Valladolid, territorio keniata
Cerca de 2.100 atletas se han dado cita esta la mañana en el circuito de La Cañada para tomar parte en las diferentes carreras del XX Cross Ciudad de Valladolid. Como ya es habitual, el frío glacial y el aire han acompañado a todos los deportistas durante todo el recorrido. Un circuito con un firme perfecto para la práctica del deporte y que permitió un gran ritmo en todas las pruebas.
A las 10:15 horas se daba el pistoletazo de salida con los cadetes sub-16 y la Cañada se iba llenado de público con el paso de las horas y pruebas. La carrera femenina absoluta llegaba a falta de diez minutos para la una de la tarde; una de las pruebas más esperada. Desde la salida fue un monólogo de la keniata Nancy Jesang quien, al finalizar la carrera, aseguraba que llegaba en un gran estado de forma y esperaba la victoria. Unas palabras que fueron claro reflejo de lo que había pasado en las cuatro vueltas al circuito, donde Jesang no tuvo rival y se escapó cuando quiso del resto de atletas, para acabar cruzando el arco final con un tiempo de 28:20. Tras ella el resto de 'humanas'; la primera la madrileña -aunque competía bajo bandera valenciana- Elena García (28:53) y, ttras ella, la que se convertiría en campeona de Castilla y León tanto en categoría absoluta como promesa, la segoviana Idaira Prieto (29:17), primera vez que subía al podium de la prueba.
Diferente fue la carrera masculina -aunque con el mismo resultado-, ya que desde los primeros metros se formó un amplio grupo de corredores que estuvieron juntos hasta a falta de 2000 metros. Ese fue el momento elegido por Gilbert Kwemoi para dar el mazazo final a la prueba. El keniata estuvo siempre en la punta de lanza marcando el ritmo, su ritmo, y cuando quiso, dijo adiós al resto de competidores para entrar en solitario parando el crono en 30:26. Antonio Abadía llegaba en segunda posición, mientras que la lucha por el campeonato de Castilla y León se trasladaba al tercer cajón del podio.
La lucha estuvo entre el soriano David Martínez y el burgalés Daniel Arce. Ambos corredores, al ver cómo se escapaba la primera y segunda posición, midieron sus fuerzas de tú a tú y, en los últimos compases, la balanza cayó del lado del atleta del Añares-Rioja (30:55).
