HONESTO

Honesto, que bonita palabra para recordar a una persona. Hoy, después de un golpe durísimo con la noticia del fallecimiento repentino de Toño Garnacho, he compartido un rato con un grupo de sus mejores amigos, y todos coincidían en la misma palabra para definirle: honesto.

Yo no he tenido la suerte de conocerle profundamente durante tantos años como ellos, pero en los dos años que he compartido y trabajado con él en uno de sus sueños, el Atlético Valladolid, ha dejado una huella importante en mi. Su idea de club, su ilusión por una forma de hacer las cosas, por luchar por el balonmano de nuestra ciudad, por una filosofía de trabajo, buenos consejos siempre desde la tranquilidad y por tantas cosas...

Estoy completamente seguro de que Toño seguirá guiando al Atlético Valladolid este donde este y ojalá se sienta orgulloso de nosotros.

Parafraseando a otro buen amigo en común, a él le gustaba decir que había que ser trabajador, honrado, ecuánime, perseverante, fiel. Así era Toño.