YO VI JUGAR AL PATO YÁÑEZ

David de la Fuente | Diario de un aficionado
26 de Enero de 2014
Tengo que reconocer que no subía muy animado al estadio, de hecho en la quiniela me jugué el partido al X-2 (el dinero es el dinero. . .) y cómo me alegro de haberlo fallado, y es que como dice mi amigo Javi así no importa fallar en la quiniela, duele mucho más cuando te lo juegas a Pucela ganador y encima pierde. Y como no tenía muchas esperanzas en el partido, tenía pensado tanto el titular como lo que iba a contaros desde el miércoles, me iba a centrar en lo bonito que fue ver a un jugador como Yáñez en Zorrilla, cuando subía al estadio de la mano de mi padre; de lo bonito que fue verle en la que en su día era la mejor delantera de toda la liga española, esa delantera Yáñez-Da Silva donde salió el pichichi de ese año empatado con Juanito; de cómo era el jugador más rápido de toda la liga de los 18 (corría los 100 metros en poco más de 10 segundos), y cómo se le criticaba porque siempre jugaba al fallo del defensa, no luchaba un balón por alto ni aunque se estuviera cayendo el cielo. Qué tiempos aquellos en los que podíamos ver en Valladolid a estrellas como él, como Da Silva, como Aravena o años después como Harold Lozano. . . 


Pero tampoco se trata de pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor porque no, porque mejor tiempo que hoy, con esta victoria no lo ha habido, hoy es hoy y lo tenemos que celebrar. Tenemos que celebrar que el Pucela ha vuelto, que hemos jugado como tenemos que jugar, echándole ganas, con presión, con fuerza, como equipo, y todos juntos como lo hemos hecho: equipo y afición en uno. Cómo hemos sufrido y cómo hemos disfrutado. No me canso de repetir que sólo se divierte el que gana, y hemos ganado, sí, con un 1-0 pelón, pero a mí me vale. El que quiera ver un equipo que juega bonito que se vaya al Bernabéu o al Nou Camp.


Me hace gracia cuando terminan los partidos y las emisoras de radio buscan al mejor del partido, yo siempre pienso a quien diría yo, pero días como hoy ¿a quién eliges? Es imposible: Rueda, que ha vuelto a ser el del año pasado y mandar como un mariscal de campo y encima mete un golazo; Rubio, parando el juego, templando y mandando; Óscar y Guerra, en una labor más oscura que otras veces pero que con su sola presencia meten el miedo en el cuerpo al equipo rival; qué decir de Larsson, que ha contagiado al equipo de su fuerza, de sus ganas, de su lucha. . .  esa carrera en la 2ª parte luchando el balón. . . parecía Sisi pero sin pelo y más rubio, increíble el tío; Mariño ¡otra vez! Solo una vez se le ha necesitado, pero de nuevo increíble; Ruka, otra vez serio y subiendo la banda; Peña, de nuevo, con una regularidad pasmosa; Rossi o Rama, dando la cara en todo momento; y dejo para el final a Mitrovic, que estando aquí solo dos días ha estado impecable. Hablaba el otro día con amigos que necesitamos un central que no se complique la vida, expeditivo y contundente, tipo Iñaki Bea, que o pasa el balón o el jugador, pero las dos cosas no, y creo que lo tenemos, y encima luchando hasta el final, se le veía con calambres y que no podía más, pero no se ha escondido ni medio segundo, no como otros con los que no voy a malgastar ni media línea, que no hay mayor desprecio que no hacer aprecio. ¡Ale, tanta paz dejes como descanso dejas!


Y aquéllos cenizos de bar que nos daban por muertos, que decían que había que echar al entrenador, esta semana que estén calladitos, a lo mejor la que viene pueden volver otra vez a criticar, pero esta que nos dejen disfrutar igual que cuando hemos cantado al final, que cuando hemos aplaudido y es que días así son los que te sientes orgulloso de ser aficionado del Real Valladolid, de llevar con orgullo y con honor el escudo en tu pecho, de ondear banderas blancas y violetas y con nuestras voces corear goles y gestas.


No es fácil, falta mucho aún, pero está claro que este es el camino y que no vamos a dejar solo al equipo y que cuando más nos necesite ahí vamos a estar, que a poco que nos den nosotros respondemos, y queremos a los jugadores que meten un gol y besan el escudo, a los que corren hasta la extenuación, a los que aún con más puntos en la cabeza que en la clasificación siguen luchando, a los que con calambres en las piernas no se borran, y siguiendo así nos salvaremos seguro ¡Vamos Pucela! Porque todos juntos, no lo olvidemos ¡Somos Valladolid!