TODOS JUGAMOS

Charlie Carballo | Aficionado fiel
13 de Noviembre de 2013

Ahora más que nunca es cuando los aficionados del Cuatro Rayas Valladolid debemos de animar lo máximo posible al equipo, sobre todo en los encuentros que se jueguen en nuestro campo.

Atrás han quedado los días en que nuestro club luchaba casi siempre por puestos que daban derecho a jugar competición europea, que se culminó con la consecución de la Recopa de Europa en mayo de 2009, y también jugamos varios años la máxima competición europea, la Champions League, que nos permitió ver en nuestra ciudad a los mejores jugadores del momento. El caso es que por unas cosas o por otras, creo que el equipo no fue apoyado por vecinos e instituciones de nuestra ciudad.

Luego llegó la crisis que particularmente sufre el balonmano español, y que en general azota nuestro país. Por esto, cuando veo las gradas más vacías de lo que me gustaría en Huerta del Rey, no pienso como en épocas de bonanza, que la culpa la tienen las personas por no haber querido abonarse, sino que la crisis afecta a un montón de individuos que no se pueden permitir ningún gasto extra como el abono del club Cuatro Rayas Valladolid. Incluso muchos de los que somos abonados en la actualidad hemos tenido que hacer un gran esfuerzo para seguir asistiendo de forma habitual a todos los partidos de nuestro equipo.

El caso es que los objetivos del club han variado radicalmente, y parece que existen personas en el pabellón que aún no se han dado cuenta de que nuestro reto actual en la liga Asobal es la permanencia.

Sentí rabia y frustración cuando hace dos sábados se oía más a la afición del Gijón Jovellanos Grupo Fegar (olé por ellos que animaban ya fuese su equipo perdiendo, empatando o ganando) en nuestro propio pabellón. La afición del Cuatro Rayas Valladolid, que siempre se ha destacado por su gran animación, cayó derrotada como el equipo lo hizo en la cancha. Por eso creo que hay que levantarse.

El trabajo del cuerpo técnico, con Nacho González a la cabeza, me parece que es muy bueno, por la forma de gestionar la baja de la inoportuna lesión en pretemporada de Pablo Cacheda ("Moita Forza Pablo"), y particularmente me encanta que haya bastantes rotaciones entre los jugadores que componen la plantilla, pues el equipo está compuesto por todos.

Estoy casi convencido de que como sucedía en los años en que estuvo Juan Carlos Pastor al frente de la nave, el rendimiento de los jugadores va a ser mayor en la segunda vuelta, y por lo visto hasta ahora en la liga Asobal (si exceptuamos al todopoderoso Barcelona), la igualdad entre equipos es más que evidente, pues las victorias que se consiguen se producen de manera realmente ajustada, y también es una temporada en el que el número de empates es bastante numeroso, y visto la evolución de la liga, cualquier equipo es capaz de ganar a cualquiera, aunque "a priori" la clasificación indique que la diferencia entre equipos es apreciable.

Por eso, ni el equipo debe tirar la toalla antes de tiempo, y los aficionados debemos llevar en volandas a nuestros jugadores.

Creo que el empate conseguido en la cancha del BM Puerto Sagunto puede ser un punto de inflexión para levantar la moral de la plantilla, sobre todo superando una eliminación copera entre semana (aunque a mí particularmente me dio bastante igual, pues como en todas las competiciones nacionales en esta temporada, sobradamente se sabe el nombre del campeón), y también nos sirve para que los abonados seamos plenamente conscientes de que nuestros jugadores se dejan la piel en todos los campos.

La igualdad de la que hablaba anteriormente alcanza su máxima expresión con los cuatro empates cosechados en la presente liga por el Cuatro Rayas Valladolid. Cierto es que esos empates podrían haber sido derrotas, pero no es menos cierto que también se podrían haber convertido en victorias, sobre todo porque sabemos que un partido de balonmano se compone de mínimos detalles que hacen que la balanza se decante hacia un lado u otro.

Y no me gusta en absoluto hablar de los árbitros porque creo que su labor es muy difícil, y más en el balonmano donde existen demasiadas normas que dependen de su propio criterio, pero sí que creo que esos criterios tendrían que estar mucho más unificados por la Federación. En Huerta del Rey la máxima expresión de esta subjetividad es el juego pasivo. Ha habido bastantes equipos que han sabido aprovechar la permisividad arbitral en este aspecto. Si yo, como simple espectador "me pongo de los cohetes", no puedo exigir a nuestros jugadores que mantengan la intensidad defensiva durante a veces más de un minuto que ha durado el ataque visitante. Y como el arbitraje se lo permite, en muchas ocasiones en los primeros segundos del ataque te desesperas porque eres totalmente consciente de que no hay ninguna voluntad de disparar sobre la portería local. Supongo que como seguidor de nuestro club no seré demasiado objetivo con este tema, pero esa permisividad no la veo en el área visitante.

No me quiero olvidar de las chicas del BM Aula Cultural Viveros Herol de División de Honor y del BM Valladolid femenino Aceitunas Olibher de División de Plata, que el fin de semana han ganado sus respectivos partidos. Partidos a los que no puedo asistir porque la forma más cómoda para mis desplazamientos es un taxi adaptado, pero eso sale tremendamente caro, sobre todo ahora que la Junta de Castilla y León ha decidido cobrarme por la "plaza pública" residencial el 90% de la pensión. Pero sí que quiero que sepan que si pudiese iría a verlas "in situ" a todos sus encuentros como locales, y aunque eso no es posible, mi corazón está con ellas en todos los partidos que disputan.

Volvamos al Cuatro Rayas Valladolid, que me desvío del tema deportivo y acabo despotricando sobre otros aspectos. Espero que el próximo encuentro tanto la afición como el equipo ganemos por goleada porque ni nunca nos hemos rendido ni lo vamos a hacer jamás.

SI TE VEO CAER, ¡¡TE LEVANTARÉ!!