EBERT, ÓSCAR Y ... GRACIAS
¡Qué aburrimiento tener que empezar una vez más hablando del horario! Otro lunes más. . . en fin; y ya veremos porque ya no sé si lo he leído en algún sitio (creo que sí) o lo he soñado, pero algo me suena que a partir de la jornada número 13 también va a haber partidos de Primera los viernes. Dicen que para descongestionar los fines de semana que ya hay muchos ¡estos no se acuerda de cuando se jugaba siempre a las cinco! Bien, vale. . . que sigan así, luego se quejan de que los estadios están vacíos y a ver un Mallorca Real Madrid van cuatro gatos.
En cuanto al partido en sí, poco que contar. Un poco de Óscar, un poco de Ebert y poco más. . . sí, un mucho de gracias, porque ¡vaya, vaya! Se ponen dos veces por delante que empatamos las dos veces con jugadas de la nada, tienen más ocasiones, tenemos más fallos, tenemos más nervios y la sensación que da, que no digo que sea así es que tienen más ganas. Así es imposible. Bueno, empate y gracias.
Viendo los malos partidos de ayer contra La Real y del otro día contra el Español, lo peor que veo es que estamos perdiendo la sensación de equipo. Lo que nos encandilaba el año pasado y el principio de este año lo vamos perdiendo por momentos. Todos alabábamos el juego de toque que teníamos, pero a mí de lo que más me gustaba es cómo defendíamos, lo rápido que robábamos el balón y hablando en plata, que al equipo contrario no le dejábamos ni menear; sin embargo en estos últimos partidos parece como que juegan a placer, como que fueran el antiguo Milán AC de Arrigo Sacchi.
El partido contra el Rayo nos ha hecho mucho daño. Cambiamos nuestras señas de identidad y jugamos sin rumbo; no sabemos si tenemos que jugar directo, si al tran-tran, si al toque, si balones en largo. Metimos seis de una tacada, como en los dibujos animados de Mickey Mouse en El sastrecillo valiente que gritaba ¡siete de un golpe! refiriéndose a siete moscas y el pueblo lo que quería era matar un gigante. Nos hemos cargado al Rayo con goleada, pero no nos olvidemos que solo son tres puntos, para la salvación faltan unos cuantos.
Pero lo importante es sumar y finalmente pudimos coger un puntito. Punto que si no es por una mano salvadora de Dani Hernández al final (claro, que también podríamos preguntarnos que por qué tuvo que meter esa mano, ejem, ejem. . .) nos volvemos otra vez a casa con cara de tontos. Y siguiendo con el portero, ¡pufff! Lo que vamos a sufrir este año. En mi opinión, ale, ya has tenido tu oportunidad y Jaime ya ha visto que hay que espabilar. Vamos a dejarnos de cuentos y volvamos a lo que funciona que es Jaime.
Próximo partido en Pamplona contra los chicos de Mendi (nos saltamos el de Copa con el Betis). Más nos vale apretar más que si no, nos caen por todos los lados, porque quizá calidad no tengan, pero intensidad y lucha no les va a faltar. Volvamos a ser un equipo y que Óscar siga en racha que le necesitamos. ¡Vamos que la Liga es muy larga! Necesitamos ganar y qué mejor partido que el siguiente, donde además no hemos ganado nunca. Las estadísticas están para romperlas y jugando como sabemos, podemos. Ahora que vienen las elecciones en Estados Unidos, digamos eso tan snob del ¡Yes, we can! ¡Vamos Pucela!
