PRUEBA WILIER ZERO 7
En esta ocasión vamos a exponer las especificaciones del nuevo tope de gama (y record de peso) de la marca italiana, y a intentar haceros llegar las sensaciones que nos ha transmitido en marcha.
Lo primero es establecer el montaje exacto que hemos probado, ya que, aunque intentaremos aislar lo más posible el comportamiento de cada parte en nuestro análisis, al final la bicicleta es un todo y su comportamiento final viene determinado y puede variar de forma trascendental en función de cada una de las piezas que la componen.
DESPIECE: Talla L. Potencia 120mm. Manillar 440mm extremo a extremo y bielas 175mm. Cuadro Zero 7. Horquilla Zero 7. Direccion Ritchey WCS Carbon. Tija Ritchey WCS Carbon 1 Bolt Zero 7. Cierre Zero 7. Sillin Selle Italia SLR Kit Carbonio Zero 7. Potencia FSA K-Force Light Zero 7. Manillar FSA K-Force Light Nano K-Compact Zero 7. Cinta V Ribbon Negra. Ruedas Zipp 303. Tubulares TUFO Hi Composite. Adesivo Cinta Tufo. Cierres Zipp 303. Alargadores Zipp 303. Manetas Sram Red Black. Desviador Sram Red Black. Cambio Sram Red Black. Cadena Sram Red Black Maciza. Cassette Sram Red Black. Frenos Sram Red Black. Bielas FSA 386 EVO Compact 50-34. Pedales Look Keo Blade. Cables Gore Ride On Zero 7. Portabidones Elite Custom Wilier
Lo primero que apreciamos, aunque a mi no me gusta mucho hablar de estética porque cada persona tiene un gusto, es que como buena marca italiana tanto la línea como el colorido elegido para esta Zero 7 es impactante, y dudo mucho que nadie pueda decir que no es una bicicleta preciosa. Y es que a la sobriedad y elegancia del negro mate que, degradado, se convierte en brillo según nos acercamos a la horquilla, se le une el más agresivo tono rojo en pinceladas muy discretas que junto al diseño aerodinámico de los tubos, en la línea de la Gran Turismo que presento la marca el año pasado, dan al conjunto final una imagen mucho más moderna y llamativa, sin desvirtuar esa elegancia citada.
No podemos dejar de citar en el apartado estético el trabajo de la marca para conseguir que los mejores componentes del mercado elegidos para vestir la Zero 7 vengan pintados a juego con el cuadro para terminar de entrar por los ojos de cualquier aficionado al ciclismo, incluso, de los que no lo son. Continuando con lo que se ve a primera vista pero esta vez desde un punto de vista más funcional, comprobamos que a esta Zero 7 no le falta ninguno de los avances tecnológicos más significativos de los últimos tiempos. A las líneas gruesas y perfiladas de los tubos principales que dibujan el paso del viento dándole a la bicicleta una alta capacidad aerodinámica, se une una pipa de dirección cónica con el objetivo de aumentar la rigidez del tren delantero lo que redundara en una mayor estabilidad, sobre todo, en las bajadas y frenadas apuradas, así como para mejorar la integración aerodinámica de la horquilla con el resto del cuadro.
Otro aspecto a destacar en este sentido y a su vez uno de los más novedosos de esta bicicleta, es el nuevo estándar de pedalier BB386 EVO, que podríamos decir que conjuga todos los avances en este apartado, caja sobredimensionada, cosa que se ve a simple vista e impacta bastante por el enorme tamaño de la unión entre tubo diagonal y vertical, con diámetro de 30mm y longitud de 86,6mm, con los rodamientos integrados en el cuadro. En este caso la Zero 7 monta unas bielas diseñadas específicamente para este sistema por FSA, desarrollador también del sistema, y que añaden otra particularidad que mejora la aerodinámica del conjunto bicicleta-ciclista, además de la eficiencia de pedaleo y transferencia de potencia, y es que en estas bielas la apertura de las bielas desde el eje hasta la zona de unión con el pedal es 3 veces menor a la habitual. Las bielas están fabricadas en carbono y tienen un peso espectacular.
También debemos destacar el diseño asimétrico de las vainas, de mayor tamaño la izquierda para compensar los desequilibrios que pudiera producir el hecho de llevar los platos en el lado derecho, y la robustez que transmiten las mismas, que permitirían incluso que la bici no llevara tirantes, y que en este caso, que a pesar de llevarlos, estos sean finísimos y se integren casi como un continuo con el tubo horizontal. El único detalle que puede mejorar la Zero 7 vendría de trabajar con cableado interno completamente, algo que ya hace Wilier en la Gran Turismo, pero en este caso la casa ha pensado que ya que la mayoría de ciclistas aun a pesar de llevar bicis del máximo nivel no siempre las visten con el cableado adecuado y un ajuste profesional, era mejor evitar que nada pudiera ensombrecer un tacto de cambio adecuado, algo que con cableado interno implica un mejor material en el cableado y los componentes, un mantenimiento correcto y un perfecto trabajo mecanico.
En marcha:
Cuando nos subimos, lo primero que apreciamos es como no puede ser de otra manera la ligereza del conjunto, en llano y sin viento, si no fuera por las zonas de apoyo, casi da la sensación de pedalear en el aire. Sensación potenciada por la suavidad de giro que dan los rodamientos cerámicos. Sorprende mucho que una bicicleta de este peso sea tan rigida, transmitiendo una sensación de bloque en general, sobre todo, en la zona del pedalier, sin ningún tipo de torsión, lo que hace que sea una bicicleta muy fácil de acelerar, aun cuando ya vamos rápido, o en subida, si necesitas hacer un demarrage, siempre te ves capaz de dar una vuelta de tuerca más, es más en muchas ocasiones te lo pide el cuerpo aunque no sea necesario. Qué duda cabe que es una bicicleta que se disfruta más y se le saca más partido estando en forma, pero su geometría menos racing de lo habitual en bicicletas de esta gama, con una pipa de dirección más alta y un sloping muy bien diseñado que unido al resto de características, que se traducen en una estabilidad superior, muy en la línea de lo que un triatleta necesita, y además gracias suponemos a ese polímero elástico, que wilier a insertado entre las capas de composite para filtrar vibraciones, hacen de la Zero 7 una bicicleta muy cómoda incluso en rodajes más tranquilos, pasando muchas horas sobre la bicicleta.
Queda claro que la Zero 7 me encanta, pero para ser objetivos vamos a penerle un pequeño pero. El manillar, esta en unos números de peso envidiables, y es un manillar muy cómodo, tanto por la curva compact, como por lo bien que filtra las vibraciones del terreno, pero por estas características, comparado con el resto del conjunto, creemos que flexa un poco más de la cuenta. No es algo que se note en marcha, pero si al esprintar fuerte, terreno en el que la Zero 7 da unas prestaciones altísimas, por lo que recomendaríamos para un esprinter montar el manillar integrado FSA plasma que Wilier se a preocupado de sacar también a juego con la bicicleta.