LUIS Y BEGOÑA, GRACIAS

Ahora que estamos metidos en plena crisis, y que es momento de pedir, suplicar o mendigar una ayuda, creo que es momento también para reconocer la labor de una empresa que ha querido ayudar al deporte de Valladolid y que su apoyo ha sido infinitamente superior a la rentabilidad comercial que haya podido sacar.

Dismeva, con Luis a la cabeza y con Begoña a su lado, han sido el ejemplo de que en el deporte hay gente que no sólo patrocina. Sí es verdad que el dinero invertido tenía como objetivo dar a conocer una empresa "distribuidora de material eléctrico, hidráulico y neumático", pero todos los que hemos podido compartir tiempo y experiencias con ellos sabemos que su respaldo iba más allá.

Una camiseta bordada a la hora de recibir un premio, una furgoneta para un desplazamiento inesperado, un dinero adelantado para cuadrar unas cuentas, un viaje eterno para estar con su equipo en una final cualquiera. Muchos son los ejemplos de apoyo de Dismeva a lo largo de todo este tiempo y en deportes con menos repercusión que el fútbol o el baloncesto, vease esgrima, hockey línea o rugby.

Ahora que es el momento de dar un paso al costado, porque como me dijo Luis un día "los empleados son los primeros", quiero subirme al carro del reconocimiento público que le tributó el Club Esgrima Valladolid el pasado sábado y darles las gracias en nombre de todo el deporte vallisoletano.

No creo que se vayan, porque ellos no son de desaparecer, y confío en que sigan acudiendo a los eventos deportivos que les apetezca, con la tranquilidad de no tener que sentarse en el palco de "autoridades", o de poder tomarse una cerveza o un lechazo en Cuéllar con quien ellos quieran.