David de la Fuente
David de la Fuente

DIVERSIÓN Y SUFRIMIENTO

David de la Fuente | Diario de un aficionado
21 de Noviembre de 2011

Parecía un día poco propicio para subir a Zorrilla. Ya desde por la mañana el día estaba desapacible, con nubes negras, llovizna, viento y frío. La jornada avanzaba y el tiempo no mejoraba. Se acerca la hora de comer y empiezas a pensar que a las cuatro hay fútbol. Vamos a ver, hace frío, justo después de comer, lo dan por la tele ¡con lo bien que estoy en mi sofá quién me manda a mí! Al final lo de siempre ¿cómo no voy a ir al campo? Encima este año con lo bien que vamos. Habrá que disfrutar la clasificación mientras se pueda. Y claro, allá que fui junto a otros ocho mil más o menos por lo que he oído en la radio.

Una vez en el campo parecía que éramos muchos menos, pero es que hoy no estábamos ninguno en nuestro sitio. Nos hemos apiñado como hemos podido en las filas de arriba en la Preferencia Especial, que ahí está tapado y no te mojas. Como han faltado unos cuantos abonados ha habido sito para casi todos. De todos modos, como ya nos lo sabemos habíamos llevado el pantalón chubasquero y el impermeable  junto con el sombrero de lluvia para estar más cómodos. Es que eso del paraguas al final es un incordio, y si además es del tamaño de una sombrilla como el del señor que tengo delante, que siempre le tengo que llamar la atención porque si no el agua me cae sobre mis rodillas, ya ni te cuento.

El caso es que comenzó el partido con el susto en el cuerpo, menos mal que apareció Jaime para evitar el gol del Villarreal B. Eso nos hizo reaccionar y empezamos a tocar rápido, a desmarcarnos y a jugar bien. Sacamos un córner y aparecen unas trenzas de no se sabe dónde, no se sabe cómo, que rematan a portería el balón, y ¡gol, gol, gol! Manucho te queremos. Mi amigo Jorge que se declara “manuchista” empezó a botar como loco y a enviar y recibir sms de sus amigos. Siempre lo primero que nos dice es “hoy marca Manucho, ya lo verás”. Claro, que eso dijo un ciego y nunca vio. Pero parece que nuestro ciego es sólo ceguera temporal y lo estamos viendo. Al final de la primera parte el pobre parecía que no podía con el alma, que tenía un esguince de pulmón que no le dejaba respirar bien, pero en la segunda parte ha vuelto a luchar como un jabato. Tengo que decir que me ha reconquistado, como Don Pelayo.

No sólo disfrutamos con Manucho, lo pasamos bien con todos. Si me pongo a pensar cuántas ocasiones hemos tenido en esta primera parte me pierdo. No sé, la falta de Nauzet que saca el portero; el remate de cabeza de Óscar que se encuentra el portero; otro remate de cabeza de Manucho que se fue fuera por poco; el tiro a las nubes de Nauzet; el tiro de Sisi (pfff, está que se sale nuestro Mesisi de bolsillo) alto por poco; y otras cuantas. Comentábamos al descanso qué buen partido, pero como siempre, solo un gol es poco. Hay que cerrarlo.

Salen de nuevo los protagonistas y aplaudimos a todos menos al que pita y sus amigos de las bandas. ¡Qué malos son los árbitros de Segunda! Aplaudimos a Jaime, a Peña que ha estado sensacional ¡así se centra!, a Nafti, incluso a la defensa, que Balenciaga ha estado muy correcto, ha cortado todo lo que le venía por su banda. Lo de centrar con la derecha, mmm, pasa palabra, pero le ha permitido a Nau hacer de las suyas, y las ha hecho muy bien. No jugamos tan bien como la primera parte pero el partido estaba controlado. El delirio llegó cuando nuestro Manucho ha hecho el avioncito por el segundo gol y Jorge gritando ¡ese es mi Manucho, te lo dije, te lo dije!
Pero claro, demasiado bonito para ser verdad. Al final del partido a sufrir como no podía ser de otra forma. De primeras, le han partido literalmente la cara a Sisi que se ha ido del campo con una ovación de gala, todos puestos en pie gritando ¡Sisi, Sisi, Sisi! Esperemos que no sea nada y pueda jugar en Cartagena. Y para rematar nos metemos un gol en propia puerta en el descuento. ¡Es que no podemos estar tranquilos ni un partido! Menos mal que solo fue un minuto y pasó rápido. Final, victoria y tres puntos más.

Así que hemos tenido de todo, agua, diversión, patadas de kárate y brechas, goles de Manucho, y al final sufrimiento. Pero todo pasó y dormimos en puesto de ascenso. Lo normal es que nos dure sólo hoy y que gane el Almería, pero qué bonito es. La semana que viene a Cartagena que como ya no está Víctor no me da ninguna penita ganarles y después nos volvemos a ver en Zorrilla para ganar al Dépor. Esperemos que Djukic no se equivoque de colores. Vamos a seguir así y sufriremos muy poquito. ¡Nos vemos en Zorrilla!