UN PARTIDO ESPECIAL
Reconozco que con el Betis me pasa una cosa muy rara. Es un equipo que lo amas o lo odias, y yo a lo largo de mi vida he sentido de todo. El Betis es un equipo que desde siempre me ha caído simpático, quizá porque cuando era niño el equipo del barrio era el Betis de Valladolid y lo he tenido siempre ahí cerquita; quizá porque en esos mismos años de niñez después de estar en nuestro equipo jugadores como Cardeñosa, Poli Rincón, o Gail se fueron a hacer las Américas a la ciudad del Guadalquivir, como años después haría Benjamín que nos dejó una pasta ingente para las arcas del Pucela; quizá porque veía jugar a Gordillo con las medias abajo no sé, pero me caía simpático.
Luego vino el famoso partido con Clemente en el banquillo bético que ganamos 2-1, pero que el inefable Lopera impugnó por alineación indebida durante 6 minutos de Harold Lozano ¡pedazo de jugador! Y perdimos en los despachos 0-3, y me pareció que el Betis era lo peor.
Pero como no se puede estar siempre enfadado, gracias a mis amigos Marín y su hijo Isra, y a su inseparable Chipi, que nos trataron fenomenal hace dos años allí en Sevilla, incluso después de mandarles a 2ª, y que han venido este año a Valladolid, también con Chico, me ha vuelto a caer bien, Así que es un partido en el que uno tiene un pedacito de corazón partío, pero sólo un pedacito, que el Pucela es lo primero siempre.
Pero una vez que pita el árbitro el inicio del partido ni amigos, ni pedacitos de corazón, ni nada, que estamos muy necesitados y nos lo merecemos, que llevamos mucho tiempo aguantando a vagos y maleantes y, en fin, que me caliento y no es el día. Por cierto, el día del Granada pedía en esta misma tribuna que algo cambiara, no sabía qué, pero algo. Por lo que se ve algo ha cambiado como jugadores en la alineación (la defensa no se parece a la de antes, el medio del campo tampoco, ah, y había algo que funcionaba, Javi Guerra ahí sigue y que siga mucho tiempo); o que el presi lleva dos partidos sin ir al campo y se gana si algo funciona, mejor no tocarlo digo.
Comienza el partido y sólo se oye a los aficionados del Betis que están en Tribuna B, pero en seguida los gritos de Pucela, Pucela callan a los del Betis. Tampoco se les ha oído mucho durante el partido y me esperaba bastante más mejor, así se nos oía más a nosotros. Me hace gracia una pregunta de Isra cuando nos dice que porqué están los ultras del Valladolid cada uno en un fondo difícil de explicar porqué después de tantos años los Garrafoni y los Ultravioletas se odian tanto, más aún cuando seguro que no queda casi nadie de los que crearon los grupos, pero bueno, es lo que tenemos ellos me dicen que allí el amor al Betis lo puede todo y que los Supporters sur son cada uno de su padre y de su madre, pero el Betis lo une todo.
Qué diferencia a otros partidos, dan ganas de animar y no parar, de gritar ¡vamos, vamos! Varias veces nos ponemos en pie, un ¡Uy! Con la vaselina de Álvaro Antón, la parada de Jacobo en el mano a mano, los cambios de juego de Jorge Alonso, el control en el medio del campo de Javi Baraja, Nafti que estaba en todos los sitios, y por supuesto Javi Guerra que estaba donde hay que estar pero es que todos, y ya era hora, han estado en su sitio. Se veía jugar en equipo y qué gusto da. Quizá no haya sido un partido espectacular, pero era un partido que había que ganar y se ganó. Mención especial nos merecía a todos la defensa. Esa sí, espectacular, chapó, muy bien ¡dos partidos sin recibir gol! Ni los más viejos del lugar. Y al final de partido los jugadores recibiendo los aplausos en el centro del campo.
Seguro que ahí fuera hay muchos cenizos de barra de bar que siguen diciendo que aún no hemos hecho nada, y tienen razón, pero como soñar es gratis, yo prefiero soñar con cosas bonitas como que vamos a ganar al Elche en casa, y luego vamos a Albacete, y viene el colista Ponferradina; nos metemos otra vez en la lucha y no hay quien nos pare. Vamos como motos a la promoción. Quien nos diera por muertos que se prepare que hemos vuelto.
