TARDE, MAL Y NUNCA

Sara García | Aficionada
18 de Noviembre de 2010

Leo entre el estupor y la emoción que Víctor va a recibir la insignia de oro del club en su visita a Zorrilla con su actual equipo, el Cartagena. Y, sinceramente, no sé si reir o llorar. Quiero empezar diciendo, para que no haya malos entendidos, que no es porque no se la merezca, sino porque me parece que este homenaje llega tarde, mal y nunca.


Todavía recuerdo aquel mes de junio de 2009, cuando estando de vacaciones, me conecté a internet desde el otro lado del charco y leí con sorpresa la noticia de que el Real Valladolid no renovaba a Víctor al terminar la temporada 08/09. Pero todavía con más extrañeza vi un vídeo en el que el propio jugador convocaba una rueda de prensa para despedirse en un hotel entre lágrimas. Sí, en un hotel es casi como decir "por la puerta de atrás", porque el club no le cedió sus instalaciones para hacerlo, como hizo el año pasado con Marcos y con Borja, por ejemplo.


Y aquí quería yo llegar. Este homenaje -merecido, repito- que llega ahora -tarde, repito- me parece una copia del que vivimos hace tan solo dos meses con el gran ex capitán, Alberto Marcos. Me suena a que se hace para que la afición no haga comparaciones, para que no piense que uno tiene la insignia y el otro no, cuando los dos jugadores han sido tan queridos siempre por el público.


Y no hicimos este acto en su momento, sino que esperamos al primer enfrentamiento que tenemos en Segunda aprovechando que regresa a nuestro estadio pero con su actual equipo, lo que tampoco me parece que quede muy bien de cara a sus compañeros y su club, la verdad.


Además, me da la sensación de que ahora repartimos este distintivo a diestro y siniestro, y se la damos a jugadores que no se han retirado, porque en realidad lo que han hecho es irse a jugar a otros equipos -que están en su derecho, ojo-. Sinceramente, si yo tuviera en mi poder esta decisión, les rendiría este honor cuando ya no estuvieran en activo. Porque yo me pregunto, ¿tienen esta medalla otros grandes jugadores blanquivioletas como lo fueron en su día Eusebio, Chema Jiménez, César Sánchez, Ricardo o Caminero? También jugaron muchas temporadas y también dejaron huella en la afición.


Dicho esto, ten por seguro que seré la primera que esté allí para aplaudir al que fue mi jugador blanquivioleta favorito, que no quepa la menor duda. Por sus nueve temporadas vistiendo una camiseta que lleva el escudo de mi equipo, porque le vimos jugar en Zorrilla más de 300 partidos y para recordar sus 90 goles. Porque no he dicho en ningún momento que no se la merezca.