PACIENCIA (2ª parte)

Cuento número 11 (2T). La guillotina del fútbol tienes su primera víctima. Hace una semana, los goles de Alfaro y Cáceres indultaban a Antonio Álvarez. Siete días, un empate y una derrota después, la cabeza del exentrenador sevillista rueda ya hacia las aguas del Guadalquivir. Descanse en paz.

Lo peor no es esto. El mal ya estaba hecho cuando el pasado mayo, sin haber finalizado el campeonato, Gregorio Manzano anunciaba que se iba del Mallorca. Desde esa misma jornada, todos los rumores enviaban al jienense, directamente, al banquillo del Pizjuán. Los días que le quedaban a Antonio Álvarez al frente del Sevilla… eran una continua cuenta atrás. Pero, ¿qué pasó?

Paso algo sencillo. Casi por error, Antonio Álvarez metía al Sevilla en Liga de Campeones. Y, gracias a un chut lejano, los chicos de Del Nido ganaban la Copa del Rey. El populista presidente del equipo hizo eso, ser populista. Así que, tiro “p’alante” y no se cargó a un hombre de la casa que acababa de hacerles campeones. Eso sólo es capaz de provocarlo Florentino Pérez y el Real Madrid. ¿Dónde acabó Del Bosque tras ganar todo lo que ganó? Ahí está la excepción que confirma la regla.

Volviendo al Sevilla. Del Nido es un presi para el pueblo pero no tiene un canto de pelo de tonto, principalmente por su incipiente calvicie. Dicho esto, eliminados de la Liga de Campeones, errantes en la Liga Europa y recién perdido el invicto en el torneo doméstico, la solución fácil es cargarse al mister. Ni hablar de la “pasta” dejada de ingresar tras el fiasco europeo. Esa, en el fondo, es la razón de ser de todo este entuerto. Ahora ya no queda colchón de seguridad. Del Nido tiene al entrenador que quería hace cinco meses… Suerte, Gregorio.

Enterrado el primero hago cuentas sobre quien será el próximo. Mi quiniela se centra en Lillo y en Gay, Almería y Zaragoza. Voto por Lillo, sí. Tú la llevas, Juanma.

Milonga: f. coloq. Engaño, cuento