DOMINGO DE FERIAS

Último domingo de ferias y aunque haya sido por imposición de las televisiones,  hemos vuelto a ver un partido en un viejo horario que teníamos tal día como hoy: domingo a las 12 de la mañana. No sé si en su día se dejó de jugar a esta hora por “la maldición del domingo de ferias” que casi siempre perdíamos,  o porque esa maldición venía dada porque los jugadores salían “un poquito” de fiesta la noche anterior… El caso es que de nuevo se ha jugado en ferias el domingo por la mañana. Había que ver las caras de algunos aficionados. Se notaba que más de uno ha venido al campo sin pasar antes por casa, o como mucho una duchita y al estadio. Eso sí, el esfuerzo ha merecido la pena, que vaya partido nos han soltado ¡¡¡ 4 – 0!!!

Es que este equipo engancha. Cómo ha cambiado la cosa. Antes empezábamos los partidos con un “a ver hoy, pfff…” y ahora empezamos “a ver hoy, ¡a por ellos!, vamos, vamos”; “El Calle éste, está que se sale”; “¡Cómo se nota Álvaro Rubio!”. Pasan los minutos, miras el reloj del marcador para ver cuánto tiempo llevamos y dices “¿ya 35 minutos? Se me han pasado volando.” Qué gusto da cuando todos aplaudimos para animar (taca, taca- taca, taca, taca, taca- tá) que así es como tiene que ser; o cuando al rato cantamos a coro “Vamos mi Pucela, vamos campeón”; o cuando aplaudimos a Javi Baraja al entrar en el campo, o en el cambio a Nauzet Alemán, todo el estadio puesto en pie (¿quién nos lo iba a decir?) y por supuesto al final del partido cuando se juntan todos en el centro del campo a saludar.

Ahora es el momento de disfrutar, y para aquellos que sólo saben restar o criticar, pues que se olviden un tiempo de nosotros que ya he tenido que oír “bueno, a ver lo que dura”. Pues durará lo que tenga que durar, pero mientras tanto después de tres jornadas, nos acostamos como líderes y bien contentos que estamos.

Ahora tenemos que centrarnos esta semana y el domingo que viene en el mismo horario (a ver si ya que es mismo horario, se da mismo resultado pero al revés) nos vemos con el Betis. Lo siento por mis amigos Marín y Chipi, béticos de devoción, con los que compartí momentos de llanto para ellos hace dos años y de alegría para nosotros, pero este año no os podemos regalar nada, que como dice la canción “la vida está mu cara”. A ver si al final de temporada podemos cantar juntos ¡somos de primera!

Y después del partido, unos pinchitos en las casetas regionales que están al lado del estadio. Para empezar vamos a la Casa de Andalucía a pedirnos cuatro raciones de gambitas de Huelva, que están “que quitan el sentío”.