NO SE HA PUESTO EL SOL AÚN POR ÚLTIMA VEZ

Luis Alberto Vaquero | Periodista
2 de Noviembre de 2016

Os aseguro que se hace duro, muy duro enfrentarse hoy al documento en blanco y escribir (noche del miércoles)… Jueves, son las diez de la mañana… voy a dejarme llevar… a dejar que mis dedos al libre albedrío se dispersen por el teclado y me abran un camino aunque tortuoso a la esperanza… no, aún no quiero rendirme… siempre os dije que lucharía hasta el final, que entregaría el cuerpo, el alma, y hasta el último aliento… y no, no voy a sucumbir ahora… voy a seguir luchando… y lo haré por vosotros, por los que subís al campo cada tarde de domingo con la ilusión intacta y el espíritu del color blanco y violeta por bandera… por los que ondeáis la bufanda del Pucela en Gijón, en Madrid, o en Málaga… por aquellos que habéis probado ya el amargo sabor de la derrota y el descenso… sí, por todos vosotros…


Y no, aún no me rindo… porque sois vosotros la esencia del PUCELA… y porque parafraseando a Mathin Luther King "si supiera que el mundo acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol"… por eso os pido una cosa… no os rindáis… no mientras tengamos una oportunidad… apelad a vuestro espíritu combativo porque el destino aún no está escrito…


Estuvimos cerca, muy cerca… y hoy estamos tan lejos… pero no, el destino aún no está escrito y después del sábado… sí, puede ser una realidad que estemos más cerca de lo que nunca habíamos pensado… sí, tenemos una oportunidad… sí, aún es posible… sí, levántate… sí, da un paso al frente… sí, lucha… sí, entrégate… sí,  porque el escudo seguirá defendiendo tu corazón… y la espada… sí, la espada está en tus manos.


P.D. Titulé esta columna al amanecer, recordando al historiador romano Tito Livio.