TRATO DISCRIMINATORIO
Leo y observo en los medios de comunicación que el Comité de Competición ha decidido NO sancionar a Cristiano Ronaldo por mostrar una camiseta de apoyo a sus paisanos de Madeira tras las últimas inundaciones, alegando que se trataba de un gesto "solidario" con sus vecinos potugueses. Me parece muy bien. El jugador luso tuvo un gesto que le honra y nada más marcar un gol quiso acordarse de todas esas víctimas que han perdido la vida o un sitio donde resguardarse.
Pero ese sentimiento honesto se mezcla con uno de rabia contenida recordando a un tal Oscar Sáncez -este no es conocido por los medios y mucho menos por el Comité de Competición-, que fue sancionado por mostrar una camiseta nada más anotar un tanto para su equipo en la que se podía leer "Animo Germán", en referencia al que por entonces era su compañero de equipo Germán Hornos, que se recuperaba en un hospital de un graver accidente de tráfico hace ya algunas navidades.
¿Se imaginan que hubiera pasado si los dirigentes federativos sancionan a CR9 por su camiseta con el lema Madeira el pasado domingo?, ¿Se imaginan cómo habría reaccionado la prensa deportiva nacional?. Aquí, en aquella ocasión, levantamos la voz por aquella multa económica sin sentido que se le puso al jugar murciano y otros dos compañeros más. Pero nuestro lamento apenas llegó a los campos anexos. Se lo contamos a los medios de Madrid, pedimos una rectificación de la Federación, apelamos ante los diferentes comités pero todo se quedó en una multa que pagó el vestuario vallisoletano y que aprobó con su silencio el fútbol español.
Sé que este nuevo lamento por un nuevo caso de trato discriminatorio -e insisto que con Ronaldo han acertado-, tampoco llegará a ninguna parte pero considero que también es bueno de vez en cuando refrescar la memoria de una afición vallisoletana que el domingo tiene la oportunidad de empujar a su equipo y, porqué no, apretar al colegiado de turno para que los tres puntos se queden en casa.
No queremos más trato discriminatorio pero tampoco queremos que se nos considere los más tontos del lugar.