100 DÍAS DE GRACIA

Hoy salía de casa dirección al estadio con ánimos renovados, con alegría. “Venga, tenemos entrenador nuevo, y encima es de aquí, ni más ni menos que de la Pilarica. Si Pastor lo está haciendo de cine en el balonmano, si Porfi Fisac (vallisoletano de adopción) triunfa en el baloncesto, pues One lo tiene que bordar en el Pucela…”. Eso sí, otra vez cogemos el kit del aficionado de invierno (gorro, bufanda, guantes y manta) que estamos en febrero, invierno para más señas, y el invierno en Valladolid ya sabemos lo que es: “frío, mucho mucho frío”

Empieza el partido. En la primera parte parece que no hace tanto frío y vemos el encuentro sin tiritar… Bueno, sin tiritar por el tiempo, que el gol del Zaragoza nos ha dejado helados, y como este frío de Valladolid se te mete en los huesos ya no ha salido, aunque algún compañero de asiento sí ha salido, no sé si calentito o con un buen calentón…

Es domingo de carnaval, y parece que nos prometían que nos íbamos a disfrazar del Barça de Guardiola (toque, toque…), pero los carnavales en Valladolid con tanto frío (perdonad que me repita tanto con el frío, pero es que en la segunda parte hemos pasado mucho, y encima sin oportunidades de calentarnos las manos aplaudiendo. Vamos, que ni la manta nos lo quitaba…) no son lo mismo que en otros lugares, y vaya si teníamos un disfraz, con antifaz y todo…

Pero bueno, dicen que cuando un político llega al poder hay que darle 100 días de gracia. Por desgracia, nosotros no contamos con tanto tiempo, pero qué menos que 3 ó 4 partidos ¿no? Estos se los podemos dar a Onésimo como nuevo entrenador, pero ¿el equipo se los merece? ¿Hemos visto hoy más de lo mismo? ¿Hemos salido con las mismas sensaciones? Las mismas dudas que tengo yo, parece que las tiene el equipo ¿o no? ¿O qué sé yo?

El domingo que viene a Pamplona hemos de ir… a ver si se nos pega algo.