FOTOS Andrés Cabezas
Más deportes | XXXI Vuelta Ciclista Castilla y León
Tres etapas con bonitos paisajes rompepiernas
12 de Abril de 2016
La 31ª edición de la Vuelta a Castilla y León se presentó en el interior del grandioso Auditorio Miguel Delibes. Del 15 al 17 de abril, las carreteras del suroeste de la comunidad castellana y su frontera con Portugal verán rodar a 105 corredores de 15 equipos profesionales y continentales. El acto tuvo a Javier Ares y Mónica Marchante, dos auténticos fanáticos del ciclismo, como maestros de ceremonias. Y no faltaron figuras del mundo de la bicicleta de carretera de Castilla y León, dando los oportunos detalles sobre lo que veremos estos tres días de vuelta.
Durante la presentación del recorrido, por el escenario desfilaron (en parejas) exciclistas de talla mundial como Julio Jiménez, "El Relojero de Ávila" o Ángel Arroyo, segundo clasificado en el Tour del 83. Tampoco faltaron otros dos grandes conocedores de la región como Santi Blanco, vencedor de dos etapas en la Vuelta a España, y Carlos Sastre, ganador del Tour en el 2008. Todos ellos, acompañados, como no, por José Luis López Cerrón (director de Cadalsa, empresa organizadora de la carrera), Laudelino Cubino (director de la prueba), Javier Mínguez (seleccionador nacional) y Alfonso Lahuerta (director general de Deportes de la Junta de Castilla y León)
Son tres las etapas a las que los 105 participantes se tendrán que enfrentar. Tres verdaderos retos para las piernas, porque hay hasta 11 puertos de montaña, y el terreno de los Arribes no deja de subir y bajar. Un paisaje tan bello como duro, y que según Ares y Lahuerta, promocionará el turismo en la región. Aunque el mayor atractivo, en este caso deportivo, estará en el Alto de la Plataforma, de 1700 metros. Allí finalizará esta Vuelta Castilla y León. Un puerto de primera categoría con 10 kilómetros de ascensión, 660 metros a subir y varios tramos largos entre el 9 y el 10% de desnivel.
La primera etapa, de 166,3 kilómetros de longitud, partirá de la localidad zamorana de Alcañices. Desde allí saldrá en dirección San Vicente de la Cabeza. Tras atravesar el pueblo, y antes de llegar a Tábara, los ciclistas subirán al Alto de Carmona (3ª categoría). Después de un inicio quebrado, 70 kilómetros llanos esperarán al pelotón. Terreno sencillo que terminará al cruzar la frontera portuguesa. Los 50 últimos kilómetros son un continuo sube-baja, con dos puertos de tercera categoría (el Alto de Bragança y el Alto do Castillo). Estos romperán la carrera antes de encarar los tres últimos kilómetros en la bonita ciudad portuguesa de Bragança. Terminará picando ligeramente para arriba, aunque este será el final más sencillo de las tres jornadas.
Bragança también acogerá la salida de la segunda etapa de esta vuelta. 170,6 kilómetros esperarán al pelotón, en un recorrido algo más duro que el de la jornada previa. Rumbo a Vimioso y su cercano alto de tercera, los ciclistas subirán otras dos cotas de la misma categoría (Rossas y Santulhao). El terreno parece propicio para la formación de una fuga, o así lo cree el seleccionador, Javier Mínguez. Una vez más, la frontera hispano portuguesa marcará un cambio de perfil en la etapa. Más de 50 kilómetros llanos ayudarán a que los equipos más fuertes controlen la carrera. Porque el final promete, y deberán estar bien colocados. Un pronunciado descenso al Embalse de la Almendra, y la posterior subida de segunda categoría al Alto de Fermoselle harán las primeras diferencias importantes. El final, de nuevo pica para arriba, de forma que parece hecho para Alejandro Valverde (Movistar) y Carlos Barbero (Caja Rural).
La etapa reina de esta prueba tendrá lugar el tercer y último día. La ciudad de Salamanca será el punto de partida, con 151,4 kilómetros en dirección sur por delante. Habrá acción desde el inicio. Al menos así lo cree Carlos Sastre, que dijo de la carretera hacia Vecinos que "entra viento por los cuatro costados". La parte central de la jornada tendrá tres altos puntuables: San Miguel De Valero (2ª), Cristóbal (3ª) y Beni (3ª). Después llega un circuito por los alrededores de Béjar y Candelario. Terreno, según los exciclistas invitados, precioso para los ciclistas y el público. El final, como ya comentábamos, culminará en el Alto de la Plataforma. En definitiva, una etapa bastante dura, que dará mucho juego y que decidirá el vencedor final de la Vuelta a Castilla y León.