La plantilla saluda a los aficionados al final del partido FOTOS: Mariano González
La plantilla saluda a los aficionados al final del partido FOTOS: Mariano González
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Egea sufrió en sus carnes la dureza de los cantabros
Fernando, máximo anotador de la fase de ascenso, marca desde el extremo
Cesar destacado en este partido, observa la tanda de lanzamientos de penaltis
 |  Fase Ascenso

36-35: Siete metros malditos

31 de Mayo de 2015
Escrito por
Javier Garcia

No pudo ser. Tras una excelente fase de ascenso donde se impusieron a Bidasoa Irún con claridad en semifinales, los de Nacho González se plantaban en la final ante los anfitriones, GoFit, con un único objetivo; el ascenso a Asobal. Los pucelanos lo rozaron con los dedos pero en la suerte de los siete metros, un error en el lanzamiento de De la Rubia -o un acierto de Ernesto Sánchez bajo palos- y el posterior tanto del jugador local, dejaban a los pucelanos con la miel en los labios.

Un lanzamiento que llevaba tras dos tandas de penaltis y tras una prórroga emocionante donde GoFit pudo remontar la ventaja de los pucelanos. Antes de todo eso, el choque había arrancado con un Atlético Valladolid enchufado que se escapó en el marcador sin que los santanderinos pudieran hacer nada. Un parcial de 5-0 en favor a los pucelanos ponía el 7-9 en el marcador.

Los de González siguieron en esa tónica durante toda la primera mitad manejando ventajas de 3-4 goles, liderados por un excelente Fernando Hernández (22 tantos). GoFit remaba y remaba pero no lograba alcanzar al Atlético Valladolid que se iba al descanso con una renta de dos (14-16). El duro 6-0 planteado por el técnico pucelano se le atragantaba a los santanderinos que, tras el paso por vestuarios, no eran capaces de reducir la renta. GoFit seguía a lo suyo sin bajar los brazos y tuvo su recompensa con un gran parcial que le puso 20 iguales.

Rey, bajo palos, evitaba que los santanderinos se pusieran por delante -no lo consiguieron en todo el tiempo reglamentario- y el choque se marchó al tiempo extra gracias a las grandes defensas y a los errores en los tiros finales -Kallman tuvo el partido en su mano y en la jugada siguiente GoFit no supo gestionar los segundos-. En la prórroga uno de los actores principales fue César Pérez -el meta pucelano realizó tres acciones de mérito- y otro Ávila que a falta de minuto y quince segundos dejó a los suyos con uno menos. Valladolid tenía ventaja en el marcador pero el empuje local fue mayor y el choque se fue a los siete metros.

Unos siete metros malditos para los pucelanos ya que erraron un par de lanzamientos y siempre estuvieron contra las cuerdas. En ese ir y venir de oportunidades, de lanzamientos, la suerte estuvo de cara a los santanderinos y logran así el ascenso. El del Atlético Valladolid deberá esperar, al menos, un año más.