2-3: Victoria cardíaca
JORDI MARTÍNEZ//Las alternativas en el marcador y la falta de control en el juego se adueñaron de dos equipos faltos de consistencia en la construcción del juego. Aún así, la intensidad y la sana rivalidad entre viejos amigos brindaron un emocionante espectáculo que cayó del lado vallisoletano.
El partido resultaba especial para dos equipos que, además de conocerse a la perfección, llegaban al duelo igualados en la tabla. Su posición en la clasificación evidencia el importante potencial de ambos y, a su vez, su falta de continuidad en el transcurso de esta liga, de ahí que la tensión del partido estuviera muy por encima de su consistencia técnica.
Burgos golpeaba primero tras un inicio en el que Valladolid le tuvo controlado tácticamente, tras el cual supo rehacerse con actitud y acierto, superando sobradamente a los pucelanos en todas las facetas del juego.
Las dudas se mantuvieron en un mal inicio del segundo set para la UVa, sencillamente Burgos enseñaba los dientes, quería el partido y fallaba menos. Algunos cambios dieron aire fresco a un visitante necesitado de trabajo sucio y regularidad, haciéndose poco a poco dueños del partido con un juego más fiable, ordenado y eficaz.
Los dos sets posteriores fueron un monólogo pucelano en el que Burgos se frustraba consigo mismo. Como era de esperar, la competitividad de este equipo salió a relucir en un cuarto set en el que la UVa consiguió remontarle para disputar el tramo final con igualdad en el marcador, pero los errores propios condenaron una vez más a estos a un quinto set.
El set de desenlace reflejaría las ganas de ganar de ambos equipos, si bien, hacia la mitad del mismo, la buena ejecución del planteamiento vallisoletano daba sus frutos y marcaba unas distancias que fueron definitivas.
La próxima jornada el UVa recibirá a Playas de Médano (Tenerife) a las 20:30 en Fuente la Mora con ganas de repetir uno de los duelos más vibrantes de la primera vuelta y de continuar con esta línea ascendente en su juego.
