Porras intenta colarse entre la defensa blaugrana. FOTO: Mariano González
| Cuatro Rayas Valladolid
Impossible is nothing
14 de Abril de 2014
Con 25 victorias por KO en 25 combates, con 957 golpes asestados y sólo 584 recibidos, y con el cinturón de campeón de España en el bolsillo, se colocará el martes en la esquina derecha del Huerta del Rey el Barcelona, el púgil más temido de todos los de la Asobal. Enfrente el Cuatro Rayas, que como el resto de equipos de la Liga sabe que vive en otra clase social, y casi en otro planeta que el de los azulgranas: "Es el partido más complicado de toda la temporada. Está invicto, con una diferencia de goles brutal comparado con el resto de equipos mortales", asegura Nacho González, entrenador del equipo vallisoletano.
El Barcelona es un Fórmula 1 en esto del balonmano, casi infalible y es, precisamente, el casi, lo que deja la ventana abierta a un posible pinchazo: "Creo que no hay nada imposible", estima el entrenador del Cuatro Rayas, que, consciente de la lógica, espera que su equipo pueda sacar, si no son puntos, otras lecturas positivas del partido: "Sabemos que la guerra es muy difícil de ganar, pero tenemos que ganar pequeñas batallas y tener buenas sensaciones. Podemos ganar confianza. Si somos capaces de atacar o defender a esos jugadores, aprenderemos algo para el futuro", asegura.
El hecho de que los catalanes lleguen a Valladolid con el título liguero en el bolsillo y que los cuartos de la Copa de Europa asomen en el horizonte no es señal suficiente para esperar a un Barcelona relajado o inapetente de Liga: "Una de las cosas que me parecen muy admirable es que ellos en ningún momento se relajan. Todos los jugadores quieren estar en el Barcelona y si se relajan saben que si no eres tú, es otro. No espero para nada un equipo relajado", afirma Nacho González.
A espera de saber cómo evolucionan Lacasa y Paco López de los problemas estomacales que arrastran durante la semana, el entrenador del Cuatro Rayas podrá contar, a excepción del lesionado Lamariano, con todo su plantel para intentar dar la sorpresa y abandonar los puestos de descenso en los que cayó la pasada jornada tras la victoria de Aranda ante Bidasoa, una situación que entraba en los planes del técnico: "Sabíamos que lo lógico era que nos volviéramos a meter en el descanso. A partir de la siguiente jornada cada partido será una final. No tenemos que estar pendientes de la clasificación, sino del siguiente partido", advierte Nacho.
El Día de la Cantera.
El club ha decidido que el partido ante el Barcelona sirva para rendir homenaje a la cantera amarilla para "celebrar un año repleto de buen hacer y buenos resultados deportivos".