La ucraniana sonríe ante los micrófonos.
La ucraniana sonríe ante los micrófonos.
La ucraniana sonríe ante los micrófonos.
Cayetano Cifuentes (izq.) y Miguel Ángel Peñas (dcha) acompañaron al nuevo fichaje.
 |  Aula Cultural

"Quiero jugar la Copa de la Reina con este equipo"

9 de Enero de 2014
Escrito por
Guillermo Sanz
El regalo de reyes de Miguel Ángel Peñas fue presentado este jueves en la Casa del Deporte de Valladolid. La portera ucraniana Mariia Makarenko se peleó con el castellano para dar sus impresiones y mostrar sus ambiciones como nueva jugadora del Aula Cultural. No lo hizo sola, estuvo acompañada por el presidente del club de Pajarillos, Cayetano Cifuentes, y por el entrenador del primer equipo, Miguel Ángel Peñas. 


La ucraniana desembarca en Valladolid procedente del Chapela, de División de Honor Plata. Ante ella se abre la puerta de la máxima categoría, después de poner el cerrojo a la portería de Porriño y Atlético Guardés. Masha, como prefiere que la llamen, atesora una valiosa experiencia a nivel nacional e internacional que pondrá al servicio del Aula Cultural para intentar conseguir el sueño de la Copa de la Reina.


"Puedo ayudar y quiero ganar", así de contundente se mostraba la guardameta en su presentación. "Quiero jugar la Copa de la Reina. Es el nivel más alto. Sería una buena experiencia para el equipo y la ciudad", asegura la ucraniana que después de las primeras semanas de entrenamiento con sus nuevas compañeras se muestra encantada con el ambiente del vestuario y el trabajo en pista: "Me gusta estar aquí. Es un equipo joven con ganas de trabajar" y demostrar una calidad que le permita hacer del Valladolid un trampolín a un equipo mejor posicionado económicamente. 


Masha está lista para ponerse debajo de los palos el próximo sábado, día en el que el Aula Cultural juega en el Miriam Blasco ante el Kukullaga en un partido crucial para los intereses vallisoletanos de alcanzar la clasificación para la Copa de la Reina. En su debut como pupila de Miguel Ángel Peñas, Makarenko lucirá el número 33. 


Su nuevo técnico explicaba los motivos por los que decidió hacerse con los servicios de la guardameta: "Teníamos previsto darle la oportunidad a María y Laura, que tenían un reto muy complicado por delante tras la lesión de Lulu. Dimos de margen hasta el parón por el Mundial, y cuando vimos que los porcentajes habían descendido decidimos buscar jugadoras". 

Se confeccionó una lista en el que el objetivo número uno, dentro de las limitaciones del club vallisoletano, era Mariia: "Queríamos una portera que diera garantía de calidad y que encajara en el vestuario", con la primera premisa en su currículum, faltaba por desvelar la segunda y los informes que recibió Miguel Ángel Peñas sobre la ucraniana no pudieron ser mejores, razón determinante para que antes de finalizar el año, Masha pusiera su fuerza y envergadura al servicio del Aula Cultural.