109-50: Los números hablan por sí solos

El espejismo de partido duró, exactamente, tres minutos. Lo que tardó el CB Valladolid en olvidar los buenos síntomas que experimentó hasta entonces. Porque los instantes iniciales mostraron a un equipo pucelano con fluidez en ataque, ayudas atrás y buena interpretación de los sistemas. Pero en cuanto el Barça vio la dulzura defensiva de los pupilos de Ricard Casas, percutió hasta endosar parciales ecandalosos, basados en transiciones rápidas al contragolpe y un buen porcentaje desde el triple.

Contra el juego de hombres como Lorbek, Tomic, Navarro y compañía poco se puede hacer, pero el CB Valladolid, además, adolecía de una falta de agresividad latente. El ejemplo es el gran número de 2+1 que concedían a los locales, quienes penetraban en la defensa pucelana como cuchillo en mantequilla. Los mejores minutos de los morados, hoy de blanco, se produjeron con Sinanovic en pista, que sigue desaprovechado por su entrenador de manera flagrante, al igual que Danilo Andjusic. El serbio aún no tiene, o no ha ejecutado, una jugada propia para salir liberado a un tiro exterior, aunque es cierto que en el Palau tenía un hueso duro de roer como Brad Oleson.

El segundo cuarto fue la catarsis, la culminación del más espantoso de los ridículos. El CB Valladolid tuvo que esperar hasta casi seis minutos para que Suka-Umu anotara la primera canasta en éste período, donde el equipo sólo consiguió seis puntos en diez minutos. Un parcial del FC Barcelona de 25-6 le permitió alcanzar, al descanso, los 33 puntos y la valoración al paso por vestuarios ofrecía un 92-3 favorable a los de Xavi Pascual. Poco más se puede apuntar.

Si los números hablan por sí solos, como hemos apuntado, el tercer cuarto no hizo sino confirmar este hecho. La valoración llegó a ofrecer un 102-1 que sólo Omari Johnson, con sus rebotes y sus puntos, conseguía maquillar. Viney asomaba pero lo que el conjunto pucelano aportaba en ataque lo perdía, multiplicado por tres, en defensa. Tal era la debilidad en canasta propia que algunas jugadas del FC Barcelona apenas duraban cuatro segundos, lo que tardaban en cruzar el medio del campo y penetrar, ante la intensa defensa con la mirada de los jugadores del CB Valladolid.

La capacidad analgésica de los de Ricard Casas se volvió a poner de manifiesto en el Palau Blaugrana, que asistió al debut esta temporada de Erazem Lorbek. Y el esloveno no pudo tener mejor rival enfrente. Un triple suyo puso en el marcador el 82-41 al final del tercer cuarto, parcial que remató Navarro con un triple y una asistencia para que Tomic culminara el alley-oop.

En el descanso entre el tercer y el último cuarto, el electrónico mostraba un sonrojante, cuanto menos, 87-44 para los locales.

De ahí hasta el final, más de lo mismo. Tapones recibidos, hasta 11 en todo el partido, malas decisiones e innumerables fallos en el lanzamiento del lado morado, mientras que, en el Barça, Navarro hacía lo que quería, secundado por unos imperiales Lorbek y Tomic. Mientras, Ricard Casas mirando a todos lados, buscando una fórmula que no tiene para enderezar una situación que se antoja cada vez más catastrófica.

109 - FC Barcelona: Huertas (2), Abrines (12), Navarro (15), Nachbar (7), Tomic (17) – cinco inicial – Dorsey (11), Sada (4), Todorovic (4), Hezonja (7), Oleson (2), Lorbek (17), Pullen (11)

50 - CB Valladolid: Rowe (-), Suka-Umu (2), Viney (9), Johnson (20), Haritopoulos (8) – cinco inicial – Cvetinovic (3), Wijhalmsson (-), Martínez (-), Sinanovic (2), Andjusic (6).