31-29: El Cuatro Rayas doma al león

Si el circo es el espectáculo más grande del mundo, un Balonmano Valladolid-Ademar es el espectáculo más grande de la Asobal. Como bajo la carpa, hay leones y domadores intentando domarles. Tal vez el león no sea tan fiero como en sesiones anteriores, pero siempre es capaz de enseñar los dientes y meter su corona entre los reyes de la selva del balonmano nacional. Antes de que león y domador comenzaran su pelea en la pista, posaron juntos, mostrando su apoyo a Óscar Perales. Un minuto de sentido silencio después, el Cuatro Rayas se calzó la americana de lentejuelas, agarró el látigo y comenzó la ardua tarea de levantar el vuelo ante un equipo que quería meter su nombre en la Copa Asobal.  

El partido comenzó con las defensas bien plantadas, intentando frenar los minutos de tanteo. El Cuatro Rayas aprovechó la exclusión de Castro para colocar su bandera en el partido (3-2), con Guillermo Corzo olvidándose de la shisha y los dátiles y volviendo a la rutina de tapeo y vino tinto. Con la cabeza ya en Valladolid, el cubano aportó su látigo en ataque. 

Intentó apretar el acelerador el Ademar, pero el Cuatro Rayas tenía puestas las antinieblas en una noche casi londinense en la capital del Pisuerga (8-5). El pulso defensivo que mantuvieron leoneses y vallisoletanos apagaron la chispa de los derbis. El equipo de Nacho González manejaba el tempo de un partido que llegó a su renta máxima, cuando la primera parte pasaba su ecuador (10-6), lo que obligó a Dani Gordo a recurrir al tiempo muerto. 

Bajo la batuta de Cesar Pérez la orquesta pucelana sonaba a ópera, con Fernando Hernández y Paco López poniendo de moda la veteranía, haciendo apretar los dientes a un León demasiado fallón que si no había sido enjaulado fue por la efectividad de Carrillo desde los siete metros (17-11). 

Con un fly ejecutado por Castro y un tiempo muerto de Nacho González se enfiló la puerta a los vestuarios, dejando paso a una lluvia de peluches que puso una nota de multicolor a un partido que hasta el momento sólo había tenido uno: el amarillo.   

Tras el paso por los vestuarios el Ademar salió más fresco. Tatarintsev desenfundó su brazo y tres goles suyos lideraron un parcial de 1-4 (18-16) que apretaba las tuercas a un Cuatro Rayas que no supo sacar partido de las exclusiones de Dacevic y Almeida en los diez primeros minutos de partido. Supo reaccionar el Cuatro Rayas al son cubano, con Corzo como maestro de ceremonias. 

El partido continuó por los mismos parajes, con el conjunto vallisoletano administrando su renta y con el Ademar intentando terminar de encontrarse. El tiempo corría en contra de los intereses leoneses y Fernando Hernández se encargaba de remarcar el sonido del tic tac (24-21). Mario López puso el antídoto y redujo las distancias a la mínima expresión. 

Cuando más oscuras se pusieron las cosas, el Cuatro Rayas pegó un coletazo para volver a reivindicar su territorio. Lamariano sacó un balón a Almeida y Corzo encontró un hueco que no existía debajo de las piernas de Llamazares (27-24). 

Los últimos milímetros de mecha se convirtieron en un cable de alta tensión donde Carrillo marcaba el alto voltaje. Lamariano volvió por la puerta grande y Megías se resarció de un mal día de caza dejando el luminoso en 30-27 cuando quedaba un minuto y medio para que sonara la campanada. 

Tatarintsev pretendió meter tensión y Porras la quitó de un plumazo. El león ya se había rendido ante el látigo vallisoletano (31-29) y el domador celebró su victoria ante el Huerta del Rey más huérfano de los que se recuerdan en un derbi regional. Poco más de 1.000 espectadores, incluyendo el centenar que se desplazó desde León para animar a su equipo, vieron cómo en poco más de una semana el Cuatro Rayas tocaba fondo para después tomar un impulso que le coloca de nuevo en zona segura, por encima de los puestos de descenso.  

 

31.- CUATRO RAYAS VALLADOLID (17+14): César Pérez (p.), Fernando Hernández (8, 4p.), Paco López (5), Camino (-), Megías (1), Ávila (1) y Bozovic (1) -Siete inicial- También jugaron: Lamariano (p.s.), Porras (5), Corzo (9), César Pérez Merino (-) Isma Juárez (1, 1p.). 

29.- ADEMAR DE LEÓN (12+ 17): Asanin (p.), Mario López (3), Vejin (2), Piñeiro (-), Castro (4, 1p.), Carrillo (7, 4p.) y Dacevic (1) -Siete inicial- También jugaron: Llamazares (p.s.),  Gacía Vega (3, 1p.), Tatarintsev (6), Almeida (3), Jorajuria (-) y Mellado (-). 

Parciales cada cinco minutos: 1-1, 4-2, 7-5, 10-6, 14-9, 17-12 -Descanso- 17-13, 20-16, 21-18, 24-21, 27-24 y 31-21 -Final-      

Árbitros: Casado Fernández y Vera Ávila (Federación Andaluza): Excluyeron cinco minutos a Ávila (Min.29), Fernando Hernández (Min. 40, min. 55), Megías (Min. 46) e Isma Juárez (Min. 59) por parte del Cuatro Rayas y a Castro (Min. 6), Dacevic (Min.35), Almeida (Min. 38, min. 47) y Vejin (Min. 44) por parte del Ademar. 

Incidencias: Partido correspondiente a la decimocuarta jornada de la Liga Asobal, celebrado en el polideportivo Huerta del Rey ante aproximadamente, 1.000 espectadores, de los cuales, alrededor de un centenar llegaron desde León. En los prolegómenos del partido se guardó un minuto de silencio en memoria de la hija de Óscar Perales, Sofía, recientemente fallecida.