Todos con el 'gran capitán'

Con su particular bigote de 'Movember', Calle esperaba con cierto aire de nerviosismo y tranquilidad del curtido en mil batallas el homenaje minutos antes de que se produjera. "No sé lo que tengo que hacer" afirmaba con una sonrisa de pícaro, antes de recibir la 'orden' del presidente del Vrac para dar comienzo a los actos previos al arranque oficial del partido.

Un acto sencillo pero sentido, como a Calle le gustan las cosas, donde tuvo el honor merecido de atravesar un pasillo con ex compañeros de su dilatada trayectoria deportiva, antes de recibir obsequios de su club, El Salvador, la peña El Tornillo, la Federación Regional de Rugby, la Federación Española y, sobre todo, la ovación cerrada de todos los presentes: 'queseros', 'chamizos' o simples aficionados. 

"Se agradece mucho que los eternos rivales se hayan puesto de acuerdo para este homenaje. Es un orgullo y un placer muy grande". Sin embargo, ese gesto no hizo cambiar a un Fernando de la Calle que sólo tiene algún 'achaque' más del que empezó hace muchos años. "Creo que sigo siendo la misma persona, tengo la misma pasión por este deporte y con la misma mentalidad"

Lo que no llevaba nada bien era no poder ayudar a sus compañeros ni siquiera en el calentamiento. "Creo que por eso tardé tanto en retirarme. Me pongo muy nervioso antes de un partido así, y más si no puedo jugar". Y tal vez por eso sigue 'ayudando' al segundo equipo del Quesos Entrepinares, por lo que nadie le dé por 'muerto' todavía.