25-31: El Cuatro Rayas se esfumó en la segunda mitad
Como el Guadiana o como un truco de magia. El Cuatro Rayas apareció y desapareció ante el Huesca, mostrando las dos caras muy diferentes. La primera fue de poker, jugando con las cartas marcadas para apretar las tuercas a un equipo que apunta a Champions; la segunda fue la del hombre invisible, esfumándose del campo, dejando vía libre al conjunto aragonés que se llevó los puntos de Huerta del Rey.
El reloj arrancó con el Cuatro Rayas muy centrado en defensa, con un César Pérez ligero, sin notar el peso de sustituir a Yeray Lamariano bajo palos. El ataque no carburaba al mismo ritmo, los fallos en los pases impidieron al conjunto vallisoletano empezar el partido por delante.
El Huesca era un equipo de rojo haciendo diabluras (1-3), imprimiendo velocidad a su juego de manos, pero sin hipnotizar a la defensa amarilla, bien plantada. Lo que no podía parar la zaga vallisoletana lo hacía César Pérez, que en apenas diez minutos mostró un catálogo de paradas que dio tregua al Cuatro Rayas, logrando empatar el partido (3-3).
Sin toda la mente puesta en la pista, el Huesca aprovechó la desorientación vallisoletana para marcar el territorio (4-6). Nacho González recurrió al tiempo muerto para cambiar el guión del partido.
Con el muro oscense bloqueando los ataques del Cuatro Rayas, las opciones locales pasaban por ocasiones claras procedentes de los robos o de los brotes de furia de Corzo y Paco López. Dos armas para pasar de 6-8 al empate. El partido fue quemando etapas hasta que Isma Juárez desde los siete metros logró la primera ventaja del Balonmano Valladolid (10-9), aprovechando la superioridad que dejó la exclusión de Nolasco.
Tras el correspondiente intercambio de golpes, el partido llegó al descanso con un gol de Eloy sobre la bocina, reflejando en el marcador la igualdad vista sobre la pista (12-12).
El Cuatro Rayas se conjuró tras la pausa y armó un vendaval que trajo un 3-0 de salida para los vallisoletanos. Con esa tranquilidad, los pupilos de Nacho González intentaron coger el pulso del partido mientras Alex Marcelo se empeñaba en acelerarlo (18-17).
El Huesca comenzó a jugar con el pivote. Eloy respondió con goles y haciendo empezar el partido de nuevo (20-20) cuando quedaba media parte aún por jugarse. El Cuatro Rayas de la primera parte se esfumó y no dejó ni las cenizas. El conjunto oscense se fue haciendo más grande con el paso de los minutos y encontró agua en medio de un desierto (21-25). El cambio de defensa del 5-1 al 6-0 ahogó al cuadro pucelano. César había dejado de parar y Cananas, que entró en su sustitución tampoco pudo entrar por la puerta grande.
Alex Marcelo y Cuartero jugaron con un Cuatro Rayas que se había quedado sin pilas. La marea llevó al marcador hasta el 25-31 final. Media parte mala fue suficiente para dejar Huerta del Rey tan frío como el día, viendo cómo su equipo había puesto contra las cuerdas a un equipo de la parte alta de la tabla para terminar besando la lona.
FICHA TÉCNICA:
25.- CUATRO RAYAS VALLADOLID (12+13): César Pérez (p.), Peciña (1), Isma Juárez (5, 4p.), Fernando Hernández (4), Megías (2), Ávila (1) y Bozovic (1) -Siete inicial- También jugaron: Cananas (p.s.), Corzo (6), Camino (-) y Paco López (2).
31.- BM HUESCA (12+19): Corrales (p.), Rochel (-), Eloy (5), Novelle (5), A. Marcelo (8), Cuartero (9) y Escribano (-) -Siete inicial- También jugaron: Pablo Hernández (p.s.), Mira (1), Molina (-), Nolasco (8, 1p.) y Espigol (2).
Parciales cada cinco minutos: 5-5, 2-3, 4-6, 7-8, 10-9, 12-12 -Descanso- 17-15, 19-18, 19-20, 21-23, 23-28, 25-31 -Final-
Árbitros: Fernández Fernández y Martín Franco (Federación Asturiana y Castilla y León). Excluyeron dos minutos a Porras (Min.39), Paco López (Min. 40) por parte del Cuatro Rayas y a Nolasco (Min.25) Molina (Min.36 y 54), Mira (Min. 39), Rochel (Min. 47), Espigol (Min. 55) por parte del BM Huesca.
Incidencias: Partido correspondiente a la décima jornada de la Liga Asobal, celebrado en el Polideportivo Huerta del Rey ante, aproximadamente 2.000 personas.