Fernando Hernández mueve el balón ante la colocada defensa irundarra. FOTO: V.D.
Fernando Hernández mueve el balón ante la colocada defensa irundarra. FOTO: V.D.
Fernando Hernández mueve el balón ante la colocada defensa irundarra. FOTO: V.D.
 |  Liga Asobal

20-20: Un punto a la vieja usanza

2 de Octubre de 2013
Escrito por
Guillermo Sanz
¿La mejor defensa es un buen ataque o la mejor defensa es una buena defensa? Cuestión de gustos. En Arteneku, una de esas catedrales del balonmano que esconde la Asobal, las retaguardias alzaron la voz para pedir su voz y su voto. Hasta el punto en el que su papel fue el que hizo que los puntos se repartieran entre Bidasoa y Cuatro Rayas. 


El partido se jugó a la vieja usanza. Mucho trabajo, mucho orden y pocos goles. El Delorean llevó el encuentro al pasado y recreó un partido que bien se podía haber vivido en los años dorados de vallisoletanos e irundarras, cuando las defensas secaban por completo la pólvora de sus rivales.  


El primero en abrir la lata fue Alberto Camino. Una contra suya inauguró el marcador en la pista vasca y esbozaba un partido cómodo para los pucelanos; más si cabe con la primera exclusión del partido. Los dos minutos vistos por Aldunate no desfiguraron al Bidasoa. Se movió con más soltura con seis jugadores sobre el parqué que con todo el plantel, eso sí, amparándose en un Asier Zubiría que comenzó el partido con cemento en las manos, para construir un muro (3-3) en el que la tensión defensiva de los bidasotarras hacía crecer a un equipo que supo anular la ventaja con la que arrancó el Cuatro Rayas (6-4). 


Salió a la pista el Alcalde de Pajarillos para dar un pregón. Dos goles suyos devolvieron las tablas. Guillermo Corzo siguió el rastro de migas de pan que había dejado Paco López y devolvió la ventaja al zurrón vallisoletano, minando la moral irundarra a base de golpes de pico de Víctor Megías, que cerró un parcial de 1-5 que puso el luminoso de Artaleku en 7-9.


El buen hacer vallisoletano les permitió coger aire en el marcador (9-12). Cuando parecía que la igualdad que había acompañado al partido durante toda la primera parte se había difuminado, Fernando Bolea pidió un tiempo muerto psicológico que despertó el instinto de Adrián Crowley. El extremo dio dos de arena y una de cal a la afición de Artaleku. Dos goles suyos calentaron un poco más un pabellón al que le sobraba temperatura (12-12) y una exclusión lo dejó frío. 


A Crowley se le sumó Azkue, que también vio la señal de los dos minutos, dejando al Bidasoa con cuatro hombres de pista. Aún así, el conjunto vasco logró empatar por mediación de Rincón. Isma Juárez salvó los muebles de un Cuatro Rayas que se fue ganando (12-13) al descanso; una ventaja demasiado corta para un equipo que jugó diez minutos en superioridad y sólo dos en inferioridad. 
El segundo periodo comenzó con el juego del tira y afloja. Aflojaba el Cuatro Rayas, tiraba el Bidasoa, y viceversa. Si la soga no se quedaba en campo de nadie fue por la inspiración de dos guardametas que con los años se han intercambiado la camiseta. Lamariano y Zubiría pararon el marcador en 14-14. Sólo Bozovic pudo hacer que volviera a moverse, pese a que tanto la defensa vasca como la castellanoleonesa se empeñaban en que los goles llegaran con cuentagotas. 


El sendero por el que corría el partido parecía haberse hecho de arenas movedizas, y al final del camino, la puerta del gol cerrada a cal y canto. Paco López tiró de ganzúa para abrirla después de quince minutos en los que los hombres de Nacho González sólo habían levantado los brazos para celebrar dos tantos (15-16). 


Crowley, desde los siete metros, aceleró al Bidasoa, tanto que Bolea tuvo que pedir un tiempo muerto para instalar un semáforo en ámbar que frenara el ímpetu de sus pilotos. Ander Ugarte, a la velocidad marcada, se encargó de cubrir con moral los muchos asientos que quedaban vacíos en Artaleku. Un golpe, dos golpes y una pequeña brecha (18-16) que Nacho González se vio obligado a coser en los diez minutos finales.   


Al Cuatro Rayas le faltaron ideas para dibujar una remontada. Las musas habían visitado a Ander Ugarte que pese a sus dos pinceladas (20-18) desde el pivote no logró cerrar la puerta de un partido al que Porras y Corzo sazonaron. Picante para el último minuto (20-20). Fue el cubano el que mandó fuera el último comodín del equipo vallisoletano, que vuelve con un punto más en su casillero, como recuerdo de su reencuentro con el Bidasoa. 


 
FICHA TÉCNICA DEL PARTIDO: 


20.- BIDASOA (12+8): Zubiría (p.), Azkue (3, 1p.), Vidal (2), Mugika (2), Ander Ugarte (4), Aitor Díaz de Cerio (-) y Aramburu (2) -Siete inicial- También jugaron: Aldunate (1), Jauregui (1), David Crowley (3, 1p.), Iñaki Cavero (-) y Rincón (2). 


20.- CUATRO RAYAS VALLADOLID (13+7): Lamariano (p.), Peciña (-), Fernando Hernández (3, 2p.), Lacasa (2), Corzo (3), Ávila (-) y Alberto Camino (1) - Siete inicial- También jugaron: Porras (1), Paco López (5), Isma Juárez (1), Bozovic (1) y Megías (2).   


Parciales cada cinco minutos: 1-2, 3-4, 6-6, 7-8, 9-12, 12-13 -Descanso- 14-14, 14-15, 15-15, 17-16, 19-18, 20-20 -Final-    


Árbitros: Fernández Fernández y Martín Franco (Federación de Asturias y Castilla y León). Excluyeron dos minutos a Aldunate (Min.6 y 14), Jauregui (Min. 22), Crowley (Min. 27), Azkue (Min.28) por parte del Bidasoa y a Bozovic (Min. 23 y Min.37), Peciña (Min. 43), Paco López (Min. 46) por parte del Cuatro Rayas Valladolid. 


Incidencias: Partido perteneciente a la cuarta jornada de la Liga Asobal, celebrado en el polideportivo de Artaleku de Irún.