Peciña lucha desde el suelo por un balón ante el Granollers. FOTO: Mariano González
| Cuatro Rayas Valladolid
"Cada partido fuera es una guerra"
18 de Septiembre de 2013
Aunque el Barcelona acapara la gran mayoría de los flashes, el peligro en la provincia catalana se extiende más allá de los muros del Palau Blaugrana. La comarca del Vallés Oriental es la cueva de otro de los equipos más respetados de la Asobal: el Fraikin Granollers.
La Liga comenzó de manera inmejorable para el Cuatro Rayas, venciendo y convenciendo al recién ascendido Puente Genil. La segunda etapa tendrá su meta volante en el Palau D´Esports, donde espera un equipo que arrancó el curso venciendo en casa a otro de los equipos citados para la parte alta de la tabla: el Balonmano Aragón.
De Granollers voló la gran amenaza, de nombre Malasinskas, pero el técnico del equipo catalán ha sabido jugar bien sus bazas en el cambio de cromos, y ahora cuenta con un cerebro como Álvaro Ruíz y con un candado como Matías Schulz en sus filas. Toni García ha dado forma a una plantilla equilibrada que confecciona "uno de los equipos que tiene que estar en la parte alta y competir por ese puesto de Champions, segundo o tercero", estima el entrenador del Cuatro Rayas Valladolid, Nacho González.
"Ellos tienen un bloque muy fuerte. Es de los pocos equipos que tienen dos zurdos de nivel. El de Granollers es un pabellón muy grande y una de las cosas positivas es que no vamos a encontrar un ambiente hostil", analiza el técnico. Pese a que el Palau D´Esports no será un infierno, la dificultad del encuentro da, por lo menos, para un escalofrío. "Nuestra intención es sacar algo positivo, pero hay que tener los pies en la tierra. Ganar fuera de casa es un mérito enorme. Cada partido fuera es una guerra", asegura Nacho González, que advierte que aprender a puntuar lejos de casa dibuja la línea que separará una temporada plácida de una coqueteando con el descenso: "En casa hay que amarrar todos los puntos, competir fuera es complicado. Quien consiga hacerlo de manera habitual será el que esté en la parte media-alta de la tabla".
Un pabellón plácido y un rival incómodo. En dos palabras: un reto. Un reto que tendrá el más difícil todavía para el equipo vallisoletano por el apartado médico. A la ya sabida baja de Pablo Cacheda, se han unido dos nuevos inquilinos en la enfermería de Huerta del Rey. El partido ante el Puente Genil ha pasado factura a César Pérez Merino y a Guillermo Corzo. El central, que evoluciona favorablemente de un esguince, y el cubano, pendiente de los resultados de la resonancia a la que ha sido sometido, serán baja, salvo sorpresa de última hora, y no viajarán hasta Granollers. "Con las bajas que tenemos es más difícil puntuar allí", lamenta el entrenador del Cuatro Rayas Valladolid.
Las opciones del equipo vallisoletano de dar la campanada en tierras catalanas pasan por hacer que el equipo vallesano "se acople a nuestro ritmo e intentar que el marcador no se vaya a muchos goles", estima el entrenador, que espera que en el duelo del viernes sus pupilos mantengan el aspecto más positivo que se vio en Huerta del Rey en el descorche de la nueva temporada: "La intensidad y no dar un balón por perdido".