El exilio de David Ortega

La ya manida fuga de cerebros que vive España ha tenido casos paralelos en el deporte. Un ejemplo de ello es David Ortega, que ha pasado casi toda su carrera en el C.B. Valladolid, y que ha formalizado su fichaje por el ALS Andrézieux Bouthéon, de la Nacional 2 francesa. 

El cartero siempre llama dos veces y la Liga francesa también, como explica el propio David Ortega: "Ya se planteó la posibilidad el año pasado, pero no hubo tiempo, porque allí cierran plantillas muy pronto. Esta temporada, finalmente, se ha podido", celebra. Steph Dumas, gran amigo del pucelano y que actualmente juega en el JL Bourge-en-Bresse de la segunda división, ha sido su mayor valedor. "Él me ha animado a embarcarme en esta nueva aventura", reconoce el pucelano.

Tras formar parte de la cantera del C.B. Valladolid desde su infancia, David vivió su cenit cuando, en 2009, llegó al primer equipo, después de foguearse en las divisiones inferiores del baloncesto nacional. Hasta esta nueva oportunidad en el país vecino, David Ortega no ha dejado de dar guerra en "sus ligas", como él mismo reconoce. "La temporada anterior estuve en LEB Plata, en Castellón, y cumplimos el objetivo de entrar en playoff", recuerda.

Pese a que el idioma será un hándicap al principio, David Ortega sabe que va a un país donde las cosas serán muy diferentes con respecto a España: "Allí me dan casa y coche y se cobra al día. No tiene nada que ver con lo que tenemos aquí". El próximo día 5 de agosto parte rumbo a tierras galas con la esperanza de volver cuando el panorama baloncestístico español mejore. Un exilio que Davichu espera que sea temporal.