Primera toma de contacto con una carrera por Las Contiendas. FOTO: Mariano González
Primera toma de contacto con una carrera por Las Contiendas. FOTO: Mariano González
Primera toma de contacto con una carrera por Las Contiendas. FOTO: Mariano González
Sergio Maroto observa atentamente el trabajo de los jugadores.
Nacho González y su equipo revisan el plan de entrenamiento.
Los jugadores recuperan líquidos en un descanso del entrenamiento.
 |  Cuatro Rayas Valladolid

Amanecer campero

1 de Agosto de 2013
Escrito por
Guillermo Sanz
El primer día de la vuelta al cole hay dos maneras de afrontarla. Están a los que el nervio les puede y abren el ojo antes de que suene el despertador, ansiosos por reencontrarse con el día a día después de las vacaciones; otros, son de legaña cabezona y les cuesta más volver a la actividad. Para que el retorno fuera un poco menos doloroso, Nacho González eligió para dirigir su primera sesión de entrenamiento como técnico del Cuatro Rayas Valladolid el parque de Las Contiendas. 


Para empezar con energías, el entrenador vallisoletano ha preparado para el primer día una doble sesión. Físico por la mañana y balón por la tarde; un cóctel perfecto para quitar las telarañas y el óxido al cuerpo. En su primera toma de contacto con los jugadores, Nacho González estuvo acompañado por el fisioterapeuta César de la Cruz; el preparador físico Javier González y el estudiante de INEF Sergio Maroto, en prácticas en el equipo pucelano. 


En lo más alto del parque de Las Contiendas comenzó el reencuentro. Caras conocidas y caras nuevas se citaron con la pretemporada. Fernando Hernández, por motivos laborales; David Fernández, en el reconocimiento médico; Nico López, aún de vacaciones; Pablo Cacheda y Gonzalo Porras, aún con permiso del club tras ganar la plata en el Mundial Júnior de Bosnia, fueron los ausentes de una primera sesión que comenzó con una primera tanda de carrera de 1,4 kilómetros, a la que la siguieron otras dos tandas de 2,8. En total siete kilómetros para perder los gramos de más acumulados en el verano. Entre trotada y trotada, trabajos abdominales y dorsales. "Los primeros días son de aclimatación, trabajo físico, sobre todo aeróbico, abdominal y dorsal", explica Nacho González, que tiene en sus planes que las tres primeras sesiones sirvan para coger el tono físico. 
No está a disgusto el técnico del Cuatro Rayas con la forma en la que sus pupilos han llegado tras las vacaciones: "La gente viene bastante en forma. Los médicos nos dicen que la gente viene muy bien, porque han trabajado en verano", asegura, aunque eso no quita de algún caprichoso "kilito de más", un hecho que pasa al plano de lo normal. 


Algunos de los jugadores llegaron al primer entrenamiento con las telarañas quitadas de casa. Ese es el caso de Yeray Lamariano, Roberto Pérez y Miguel Lacasa, que demostraron tener alma de mediofondistas llegando los primeros, y sin la lengua fuera, al punto de meta. 


Familiarizarse con Las Contiendas es cuestión de tiempo. El equipo técnico del Balonmano Valladolid tiene una agenda con diez visitas al parque vallisoletano que se repartirán en una más esta semana y cuatro las dos siguientes, convirtiéndose en una de las piezas de las dobles sesiones que ha preparado para el arranque de la pretemporada. Hora y media de físico por las mañanas y algo más de dos horas con balón por la tarde durante la segunda semana, a excepción de miércoles y sábado. 


La semana del primer amistoso, el equipo llevará un plan de trabajo de mañana-tarde-mañana, con descanso en la cuarta sesión. Nacho González tiene la pretemporada preparada al dedillo, dando muestras de la ilusión que alberga por comenzar su primera gran aventura. "Tenía muchas ganas de que llegara este día. Esta mañana, cuando me he puesto el escudo de mi equipo ha sido una sensación muy bonita", declara el entrenador. 


Nacho González ha pretendido contagiar sus ganas a todo el equipo y les ha hecho llegar, uno a uno, el mensaje de que "Es una temporada ilusionante. Tenemos que trabajar mucho, pero es un cambio de proyecto que supone volver a los orígenes. Si queremos que esto crezca, el primer paso lo tenemos que dar nosotros". Esa es la bandera que ha izado el técnico pucelano. 


El Año Cero de Nacho ya ha dado comienzo; lo ha hecho con un amanecer campestre que espera que se convierta en otro amanecer, el de un nuevo gran equipo.