Juan Carlos Pastor uno más de la piña.
Juan Carlos Pastor uno más de la piña.
Juan Carlos Pastor uno más de la piña.
Pastor junto a uno de sus escuderos, Ávila.
Aplaudió a la grada el apoyo prestado.
Protestando una acción del partido.
 |  Cuatro Rayas-Atlético de Madrid

"Nunca diré un adiós ni a mi club ni a mi ciudad"

25 de Mayo de 2013
Escrito por
Guillermo Sanz
No era una rueda de prensa postpartido cualquiera. Había un adiós, que tampoco era un adiós cualquiera. Se despedía de su casa el arquitecto del sueño de los miles de aficionados al balonmano que pasean por la calles de Valladolid. A Juan Carlos Pastor le esperan nuevos retos en Hungría, pero los miles de kilómetros que separan Europa Central de España no son obstáculo para un hombre familiar que prefiere despedirse con un "Hasta luego. Nunca diré adiós a mi club, ni a mi ciudad", afirma. 


 Juan Carlos Pastor asegura haberlo pasado mal durante la presentación del partido. No quería irse de Huerta del Rey sin tener los deberes hechos. Como siempre, el entrenador vallisoletano dirige los tempos de la profesionalidad con mano de hierro: "El homenaje está muy bien, pero si no salvas al equipo imagínate qué crueldad, después de tanto tiempo". 


"No hubiera sido justo que hubiéramos descendido. Hemos hecho muy mala primera parte de la temporada, pero una segunda muy buena", asegura, feliz de marcharse viendo a la afición unida: "Un día como estos une a mucha gente. Sólo hay que ver cómo estaba el pabellón. Todo el mundo pensaba en lo mismo y remaba en la misma dirección, hay que seguir así", asegura.  


El Balonmano Valladolid "ha vuelto a soñar", en una gran final. Tal vez no con tantas campanillas como otras muchas a las que se ha enfrentado Juan Carlos Pastor a lo largo de sus 18 años como responsable del equipo vallisoletano, pero sí de la misma importancia. A partir de ahora, comienza una nueva era: la era post Pastor, en la que el técnico pide que la gente apoye "al equipo y al entrenador en los momentos buenos y en los malos", ruega. 


Así pone Juan Carlos Pastor punto y aparte con el club de su corazón. Ahora toca meter en la maleta todas las muestras de cariño recibidas por todas las personas que hacen posible que el balonmano sea un deporte de referencia en la ciudad del Pisuerga. Las peñas quisieron entregarle una placa reconociendo su labor en el club, el patrocinador principal, las bodegas Cuatro Rayas, hicieron lo propio de manos de Vicente Orihuela. Por su parte el club, por mediación de su presidente, Óscar Simón, del presidente de la Fundación Municipal de Deportes, Alfredo Blanco, y el director general de deportes de la Junta de Castilla y León, Alfonso Lahuerta, hicieron entrega a Juan Carlos Pastor de la insignia de oro y brillantes del club, un reconocimiento a toda una carrera que ha sido prendido por primera vez en la historia en la pechera del entrenador que les llevó a ganar su primer título europeo.