Juan Carlos Pastor da indicaciones a Eilert. FOTO: Mariano González
Juan Carlos Pastor da indicaciones a Eilert. FOTO: Mariano González
Juan Carlos Pastor da indicaciones a Eilert. FOTO: Mariano González
 |  Cuatro Rayas Valladolid

El último tango de Juan Carlos Pastor

24 de Mayo de 2013
Escrito por
Guillermo Sanz
Los minutos pasan lentos hasta que la hora de la verdad llegue a Huerta del Rey. Cuando uno tiene una cita como la del sábado (18.00 horas) marcada con rojo en el calendario, el reloj parece ir a ralentí, como cuando se baila un tango. El tiempo parece quedarse en suspenso. Violento y armónico, dotado de una belleza incuestionable. Así es el baile argentino y así es la herencia que Juan Carlos Pastor lleva legando durante 18 años sobre la pista vallisoletana. Después del fin de semana su magia emigrará a Hungría, como ya lo han hecho otros talentos españoles. Fuga de cerebros lo llaman. Pero antes quiere mostrar sus últimos pasos en su casa, ante su afición; unos pasos que deben marcar el camino que dirige hacia la permanencia. 


"Es el partido más importante de la historia del club, porque es un tema de vida o muerte, de salvación o no", declara rotundo Pastor. Un partido que no se juega sólo en Huerta del Rey. Hará falta tener una visión estereoscópica, como los camaleones. La opciones de permanencia no pasan sólo por las manos de los pupilos del técnico vallisoletano; el Cuatro Rayas juega también en Aranda, donde el Villa de Aranda se juega también la permanencia ante, el también implicado en la lucha por eludir el descenso, Cangas de Morrazo, en Huesca, donde se esconde la última esperanza del Octavio y en Barcelona, donde los blaugranas quieren cerrar una temporada liguera casi perfecta ante el Quabit. Un pinchazo de cualquiera de los gallegos dejaría automáticamente al Cuatro Rayas en la Asobal, con cualquier otro resultado sería el turno de los matemáticos, como explica Pastor: "Todo puede pasar, cualquier resultado se puede dar".  


Para sellar la permanencia sin esperar a lo que ocurra en otros campos, el equipo vallisoletano debe de volver a vestirse con la camiseta de "equipo milagro", como explica el entrenador: "Hemos roto esas barreras por primera vez y el sábado hay que romper otra", advierte.  Para tumbar a uno de los pesos pesados del balonmano español, el Atlético de Madrid, Pastor quiere "Un ambiente de final" para "desafiar a la lógica". El entrenador asegura que, para ganar a los madrileños, "tú tienes que estar al 120% y que ellos no estén al nivel óptimo". Para ello, destaca la importancia de la concentración defensiva del equipo desde que el cronómetro comience a correr: "Las primeras defensas son clave para nosotros, que ellos no se sientan a gusto y que nosotros estemos en el partido", son dos de las llaves para derrotar a la escuadra de Talant Dujshebaev. 


El Atlético de Madrid será protagonista de un partido que pasará a la memoria del club amarillo, como lo hizo el Caserío Vigón en aquel partido de hace 22 años, cuando el Michelín salvó la categoría en una promoción a doble partido. Ha llovido mucho hasta que el club vallisoletano se ha vuelto a encontrar metido dentro de otra ruleta rusa a vida o muerte. Uno de los supervivientes de esa cita, Raúl González, "el mejor jugador de la historia del club" a ojos de Pastor, llegará a Huerta del Rey como mano derecha de Dujshebaev. No será el único que se encuentre con la encrucijada de decidir el futuro de su antiguo equipo. Junto a él, llegarán a Valladolid varios conocidos de la afición pucelana, como es el caso de Eduard Fernández, Ángel Romero, David Davies o Roberto García Parrondo. 


Un duelo a vida o muerte ante antiguos amigos. Así es como se podría definir una frenética última jornada en la élite del balonmano nacional. Un partido de cierre que siempre hay que ganar "por respeto por la gente que te ha venido a ver todo el año". Una homogénea marea amarilla que este año le ha tocado sufrir del lado del equipo: "Nosotros somos un club sufridor. Hemos tenido que sufrir siempre para conseguir las cosas y hasta el último día va a ser así", reconoce Juan Carlos Pastor, que espera que este sufrimiento termine entrando en buen puerto, para dejar al equipo de sus amores en la Asobal, antes de convertirse en un seguidor más desde la distancia.