Lamariano se convirtió en una pesadilla para los valencianos. FOTOS: Mariano González
| Liga Asobal
26-20: Las cuentas cuadran
27 de Abril de 2013
No es necesario hacer las cuentas del gran capitán para darse cuenta de que con los puntos conseguidos por el Cuatro Rayas ante el Puerto Sagunto la salvación se queda a tiro de piedra para los vallisoletanos. Los números cuadran sin decimales y sólo un inoportuno milagro pondría en peligro la osamenta amarilla. Con los dedos como la abuela,con ábaco o con la calculadora científica como en el instituto, lo cierto es que los dos puntos cosechados dejan al equipo de Juan Carlos Pastor durmiendo abrazados a la permanencia.
La clase comenzó con Patrick Eilert dando muestras del nivel educativo escandinavo, recitando de memoria la tabla del uno y del dos (2-0). Una lección que se sabían también los valencianos, que sumaron a la puja la del tres, dándole a los porteños su primera ventaja en el encuentro (2-3). A partir de ese momento comenzó un baile de números en el que ninguno de los dos quería ser el último de una clase con sólo dos alumnos.
Salió al encerado entonces Fernando Hernández, un alumno con aspecto de repetidor, de esos que se las saben todas, incluida la lección y con él como hombre adelantado, el Cuatro Rayas salió con una defensa 5-1. Una experimento en casa, con gaseosa, con robo y con gol a renglón seguido de Eilert, que se alió con el veterano para formar la pareja de matones que todo el patio teme. Una estocada del danés devolvió la ventaja al zurrón vallisoletano (6-5).
Sin apenas tiempo de lamentarse por la renta perdida, el viento de levante sopló en contra de la nao rojiblanca. El profesor pilló a Chernov y le expulsó de clase; mientras, Fernando Hernández desde la línea de siete metros ponía al Cuatro Rayas con dos goles de ventaja (7-5).
Yeray Lamariano soberano, como el brandy, emborrachó al Puerto Sagunto que veía doble cada vez que enfilaba la portería del eibarrés. Vicent Nogués quiso despejar la melopea valenciana con una ducha fría y un café solicitando un tiempo muerto. Sin la llave de la portería amarilla y con el motor pucelano acelerando sin pasarse de revoluciones, el camino se allanó para el Cuatro Rayas, que miga a miga empezaba a amasar una renta cómoda (11-6) que obligó a un Nogués desbordado a volver a lanzar la cartulina verde encima de la mesa por segunda vez en seis minutos.
Los pupilos de Juan Carlos Pastor supieron dosificar la ventaja ante un Puerto Sagunto sin ideas que sólo ofrecía señales de vida cuando Latorre combinaba con el pivote o cuando a los extremos se les encendía la bombilla. Con 13-8 se llegó a los últimos segundos del primer periodo. Al técnico vallisoletano le entró la sed y pidió un tiempo muerto. Una reunión para planificar la jugada con la que bajar el telón del descanso que no dio frutos y el luminoso llegó hasta los cuatro ceros.
Los ánimos no decayeron tras el paso por los vestuarios. El Cuatro Rayas siguió compitiendo con el Puerto Sagunto por ver quién tenía la defensa mejor construida, pero el reloj corría en contra de los valencianos. Con el pulso tranquilo del que lleva la lección bien aprendida al examen, el equipo de Juan Carlos Pastor continuó siendo el más popular del instituto.
Con la seriedad de la defensa 6-0 por bandera, la distancia entre Valencia y Valladolid se fue haciendo más grande hasta llegar al 18-12. El Puerto Sagunto buscaba aire con Toni en el extremo. Mientras, Fernando Hernández seguía enseñando su muestrario de cuchillos desde todas las posiciones. Eilert hacía lo propio. Demasiado filo para un equipo que parecía roto.
Hizo el Puerto Sagunto un amago de renacer como el ave fénix. El Cuatro Rayas entró en su momento zen y desconectó durante unos instantes; los suficientes para que la escuadra valenciana aprovechara para acercar posturas con un parcial de 2-4 que hacía peligrar las opciones de que el average se quedara en Valladolid. Pastor quiso fundir la bombilla levantina con un tiempo muerto (22-18).
Cuando más lo necesitaba el equipo, Eilert y Fernando se picaron en una carrera de trotones con los diez goles per capita como meta. El río amarillo volvió a correr por el cauce que lo llevaba haciendo todo el partido (25-19) y con la soga aparentemente puesta sobre los dos puntos el objetivo era otro: la diferencia de goles. Huerta del Rey sufrió una subida de tensión y los nervios jugaron una mala pasada al Puerto Sagunto, que no estaba dispuesto a perder su baza del average. La polémica saltó cuando tras la exclusión de Ángel Fernández, Chispi se picó con Gonzalo Porras, que pese a no tener su día más acertado como anotador, puso su granito de arena provocando varias exclusiones levantinas y el jugador levantino vio la cartulina roja.
Con doble superioridad sobre el parqué, el Cuatro Rayas no logró llegar a los siete goles de ventaja que necesitaban. Las fuerzas ya no daban para más y el final del partido llegó con un 26-20, que lo que sí que dejó en Valladolid fueron dos puntos bañados en oro y un sobresaliente en el boletín de notas.
FICHA TÉCNICA
26.- CUATRO RAYAS VALLADOLID (13+13): Lamariano (p.), García Vega (1), Porras (3), Krivokapic (2), Eilert (9), Fernando Hernández (10, 3p.) y Megías (-) -Siete inicial- También jugaron: Peciña (1), Ávila (-), Víctor Alonso (-), Félix García (-) y César Pérez (-).
20.- FERTIBERIA PUERTO SAGUNTO (11+9): Pablo (p.), Moríñigo (3), Tarrasó (1), Iker Serrano (3), Chernov (1), Ángel Fernández (2) y Sergio Valles (1) -Siete inicial- También jugaron: Bruixola (p.s.), Milasevic (1), Latorre (1), Ruiz Casanova (1) Berrios (2, 1p.), Toni (2) y Chispi (2).
Parciales cada cinco minutos: 2-2, 4-4, 6-5, 8-5, 11-6, 13-8 -Descanso- 16-9, 18-11, 21-13, 22-17, 25-19 y 26-20 -Final-
Árbitros: Rúiz González y Zapico Fernández (Federación Asturiana). Excluyeron dos minutos a Krivokapic (MIn.38), Peciña (Min.46) por parte del Cuatro Rayas Valladolid y a Chernov (Min.15), Chispi (MIn. 20, MIn. 50 y 59), Ruiz Casanova (Min. 22), Iker Serrano (MIn.42) y Fernández (Min.59) del lado del Fertiberia Puerto Sagunto.
Incidencias: Partido perteneciente a la vigesimoséptima jornada de la Liga Asobal celebrado en el Pabellón Huerta del Rey ante, aproximadamente, 2.000 espectadores.