35-17: Devorados por un extraterrestre

Barcelona fue el campo de batalla de la Guerra de los Mundos. En una esquina del ring el mundo real, representado por el Cuatro Rayas Valladolid, donde la realidad puede a la ficción; en la otra, esperaba tranquilo el otro mundo, ese en el que las estrellas te rodean, en el que si estás despistado te deja K.O. un meteorito y en el que viven jugadores venidos de otro planeta. No extraterrestres afables como E.T., sino letales depredadores como el monstruo de Alien. Con este panorama, sólo dos opciones son válidas, huir y esconderte o defenderte mientras puedas. La segunda fue la opción que tomó el equipo dirigido por Juan Carlos Pastor, que miró a los ojos al monstruo mientras pudo, desfondándose mientras las fuerzas aguantaron. 

En una tarde propicia para rendir tributo al terraceo y al tinto de verano, los hombres de Xavi Pascual saltaron al parqué del Palau Blaugrana con la mente puesta en alguna terraza en la que disfrutar de la tarde. Mientras, el Cuatro Rayas salió a su encuentro con el monstruo de las siete cabezas, centrado y consciente de que cualquier error se pagaba con la muerte fulminante. Con esta certeza entre ceja y ceja, los vallisoletanos golpearon primero. Fernando Hernández continuó rejuveneciendo desde la línea de siete metros y Gonzalo Porras encontraba un pequeño hueco por el que filtrarse en la roca defensiva blaugrana para despertar a un Barcelona que comenzó remolón (0-2) y se encontró con Lamariano primero y con el poste después.

Saric fue el primero en darse cuenta del daño que podía causar el cuadro castellano con sus agallas, y desde la portería evitó la escapada amarilla. Rutenka, por partida doble, y Stranovski se encargaron de dar la primera ventaja al conjunto catalán (3-2). El Cuatro Rayas logró seguir el ritmo marcado por el Barcelona durante los primeros diez minutos. 

Un balón perdido acabó en las manos de Albert Rocas, que aprovechó para sumar una pequeña ventaja a favor de los locales (7-5). Con la incomodidad de jugar con el marcador en contra, los pupilos de Xavi Pascual se pusieron la ropa de andar por casa y comenzaron a moverse por el campo como pez en el agua, con Rutenka como jefe de los tritones azulgranas. Un gol del bielorruso puso en franca ventaja al Barcelona (13-7) y desplomaba el ánimo de un Cuatro Rayas que pagaba con una cuchillada cada balón que perdía. Hasta ocho balones perdieron los jugadores vallisoletanos en el primer periodo, por uno de su rival, y esas siete balas perdidas de más fueron precisamente las que marcaron las diferencias entre catalanes y castellanos cuando el encuentro tocaba al descanso (18-11). 

Juan Carlos Pastor intentó con el reloj casi rozando el cero una última jugada que diera aliento a sus hombres de cara a la segunda mitad, pero su tiempo muerto no dio sus frutos y, tratándose del Palau y del Barcelona, esa diferencia se antojaba casi insalvable. 

Tras la reanudación, el reloj se le paró al Cuatro Rayas. En trece minutos, el equipo de Juan Carlos Pastor sólo pudo perforar la meta de Saric en dos ocasiones. El meta bosnio fue un cefalópodo al que parecía que le multiplicaran los tentáculos por momentos, apuntando por paradas casi la mitad de los lanzamientos que llegaban desde la ofensiva pucelana. 

Mientras el balcánico mantenía su pulso particular con los atacantes amarillos, los misiles caían sobre la portería de Héctor Tomás, que entró sustituyendo a Lamariano en el segundo periodo, desde todos los puntos del antiguo continente. Dinamarca, con Noddesbo, Bielorrusia, con Rutenka, Eslovaquia, con Stranovsky... incluso desde España, con un Albert Rocas que comenzó hiperactivo la segunda mitad. 

En un abrir y cerrar de ojos, los blaugranas habían castigado el costillar del Cuatro Rayas con un parcial de 11-2, 29-13 en el marcador, que dejaba la canción sin melodía. La resistencia había caído y ni siquiera las exclusiones de Gurbindo y Cedric pudieron dañar la coraza catalana, mientras que los menos habituales se dejaban la piel en los minutos que les brindó Juan Carlos Pastor.  A partir de ese momento, el agua recorrió su cauce hasta que el cronómetro decidió que era el momento de terminar el partido (35-17). 

Sólo seis goles en la segunda mitad terminaron de sentenciar a un Cuatro Rayas Valladolid que el fin de semana del 27 tiene otra guerra en la agenda: esta vez con humanos, los que conforman la plantilla del Puerto Sagunto, un rival que juega en la "misma Liga" que los pucelanos.   

 

35.-BARCELONA INTERSPORT (18+17): Saric (p.), Cedric (1), Sarmiento (2), Gurbindo (-), Rutenka (9, 1p.), Rocas (4) y Virán Morros (2) -Siete inicial- También jugaron: Noddesbo (6), Víctor Tomás (1), Entrerríos (-), Ángel Montoro (3), Ariño (1), Aguirrezabalaga (2) y Stranovsky (4). 

17.-CUATRO RAYAS VALLADOLID (11+6): Lamariano (p.), García Vega (1), Fernando Hernández (3, 3p.), Eilert (4), Krivokapic (2), Peciña (-) y Félix García (-)  -Siete inicial- También jugaron: Héctor Tomás (p.s.), Porras (3), Lacasa (1), Megías (1), Ávila (2), Roberto Pérez (-),César Pérez (-) y Víctor Alonso (-). 

PARCIALES CADA CINCO MINUTOS: 3-2, 7-3, 10-7, 13-7, 14-9, 18-11 -Descanso- 22-12, 27-13, 29-14, 30-15, 32-15, 35-17 -Final- 

ÁRBITROS: Gude Prego y Gude Prego. Excluyeron dos minutos a Viran Morros (Min.13), Gurbindo (Min.34 y 46), Cedric (Min.41) y Netrerríos (Min.49) por parte del Barcelona y a Víctor Megías (Min.27), Ávila (Min.32) y Víctor Alonso (Min.46) por parte del Cuatro Rayas Valladolid. 

INCIDENCIAS: Partido perteneciente a la vigesimosexta jornada de la Liga Asobal, celebrado en el Palau Blaugrana. En los prolegómenos del encuentro, ambos equipos y la pareja arbitral posaron con una pancarta en apoyo a las víctimas del atentado en la maratón de Boston.