Volver a empezar
Un año más el olor a resina en el vestuario, otra vez los nervios previos a la batalla, una vez más el gusanillo de la competición en la boca del estómago de los jugadores, que ya esperan ansiosos que llegue el sábado (20.00 horas) para debutar en Liga, ante el Villa de Aranda. Muchos de los miembros del nuevo proyecto del Cuatro Rayas debutarán en Asobal, ración doble de nerviosismo y triple de ilusión, porque saben que tienen el respaldo de su técnico: Los chavales deben estar tranquilos, no tienen que ponerse nerviosos. Aunque haya puntos en juego, no tienen que tener presión. ¿Qué cometerán errores?, sí, pero hay que intentar ayudarles entre todos, yo el primero, declara Pastor.
Para abrir boca, a las primeras de cambio, se presenta un derbi, un motivo más para empezar la temporada motivados. Para empezar con buen pie, es necesaria una victoria y, para conseguirla, Pastor tendrá que hacer encaje de bolillos. Con varios jugadores entre algodones, el técnico buscará la manera de levantar un muro sólido en defensa: Yo voy a intentar contar con el mayor número posible de jugadores para mañana, pero la empresa está difícil, asegura el técnico que, a un día de empezar la temporada no quiere plantearse objetivos más lejanos que el siguiente encuentro: El objetivo es ganar el próximo partido y que la gente mejore cada día, afirma.
Si el Baby Cuatro Rayas anda sobrado de ilusión, no lo está menos su rival. El Villa de Aranda vivirá una cita histórica, se codeará por primera vez con los grandes. El club burgalés dio las riendas de su nuevo proyecto a Magí Serra, un joven entrenador que trabajó en el Granollers como analista de partidos y que se sentó en el banquillo del BM Pozoblanco la pasada campaña. El catalán tiene la duda de Javi Díaz en la portería. El que fuera portero del Octavio ha mejorado de su lesión en el hombro y ha terminado la semana entre algodones para llegar a tiempo al partido del sábado. Los que sí estarán serán su mejor lanzador, Sladic, y el cerebro que mueve la maquinaria arandina, el vallisoletano Diego Camino.
Con este panorama ambos equipos calientan motores, con ganas de que la bandera dé comienzo a una carrera a 30 vueltas, una por cada jornada.
Pino y Félix: Con el corazón dividido
Ser arandinos y residentes en Valladolid hace que el partido del sábado sea especial para Víctor Megías y Félix García. Sus raíces dividen el corazón de los dos jóvenes jugadores del Cuatro Rayas, que tienen claro que cuando hay puntos de por medio, los sentimentalismos pasan a un segundo plano: El cerebro dice que es un partido difícil que hay que sacar, y el corazón lo tienes dividido, pero estás entrenando con unos compañeros y vas a muerte con ellos, asegura Pino, Es un partido muy emotivo, jugar contra el equipo de tu ciudad con un equipo como el Valladolid, a mí me parece algo importante, añade Félix.
Ambos jugadores están preparados para la responsabilidad de dar el salto permanente a la Asobal, un reto que asumen sin miedo, como explica Félix: Este año no hay muchas fichas profesionales, comparados con otros equipos, pero a trabajo y ganas, por parte de los más jóvenes, no faltan. Somos conscientes de que no venimos de jugar otros año en Asobal, pero si sales al 200% las cosas pueden salir bien, declara.