José Carlos Hernández posa en Valladolid
José Carlos Hernández posa en Valladolid
José Carlos Hernández posa en Valladolid
Elena Espeso y José Carlos Hernández
José Carlos, con su entrenador Juan Carlos Granado
Atletismo  |  Juegos Olímpicos

La otra 'conexión pucelana' en la Maratón

29 de Julio de 2012

Para José Carlos Hernández competir en estos Juegos Olímpicos, a sus 34 años, es un sueño hecho realidad. Afirma que este sueño, que tiene todo deportista, era "algo difícil, pero no imposible. Había que estar en unas marcas para tener opciones y en Barcelona había que estar por debajo de las 2:12 horas, e hice 2:11:57. Fue una pelea bonita hasta el final, pero me tocó la plaza a mí", explica.

Por su parte, el técnico Juan Carlos Granado también coincide en que ha sido una "agradable sorpresa. Había una pequeña posibilidad y había que agotarla. Al principio de temporada no lo veía como un objetivo, pero ha cumplido los propósitos que teníamos planteado, y los demás no han sabido llegar a ese nivel. No lo esperábamos, ni él ni yo", reconoce.

Respecto a su competición, dice que dependerá del clima que haga ese día: "Si es un día frío, habrá que mejorar mi marca. Si es un día caluroso, yo vengo de Canarias, ahí he entrenado siempre con más humedad", dice, y asegura que "estar entre los 25 mejores podría ser un puesto bonito".

Vino a entrenar en Valladolid hace un mes, donde asegura que "la adaptación fue buena", a pesar de haber cambiado el nivel del mar por los 700 metros de la capital pucelana, pero eso le permitía estar cerca de su entrenador, Juan Carlos Granado, del que no duda en asegurar que es "el 90% de todo. El entrenador es el que más oculto está, pero es tu psicólogo, tu amigo... Consigue que tengas una estabilidad, te ve día a día, trata de mimarte y de que consigas el máximo rendimiento".

Precisamente, Granado tenía claro que en Valladolid tenía "mejores condiciones que en su casa para entrenar, porque el viento es lo peor de allí". Así que asegura que "el margen de mejora es mucho porque han sido siete semanas de entrenamiento intenso. Cuando vino estaría a un 85% de sus posibilidades, pero esta gente mejora mucho".

A partir de Londres 2012, le dará la bienvenida a todo lo que venga. Hernández no lo ve como el final, incluso no descarta estar en Brasil. "He tenido mala suerte, pero por fin he conseguido un grupo de trabajo en Lanzarote, que me ha dado estos resultados. A partir de aquí, todo lo que venga, bienvenido sea. Hay más cosas, Mundiales, un Europeo para dentro de 2 años que es un objetivo bonito a nivel personal... Si llego a Río, ya sería una pasada. Pero vamos a ir paso a paso, primero disfrutar de esto, y luego ya de cada año como venga. He conseguido algo muy gordo, y ahora lo que aguante, hay que disfrutar del momento y cuando se para, a otra cosa", asegura.

Hernández dice que comparte con la vallisoletana Elena Espeso la historia peculiar de haber llegado tarde, por lo que "tiene motivación extra" y eso les asegura a los dos que "vamos a ir con todas las garantías". Porque así, dice, podrá decirle a su hijo recién nacido que "las cosas con esfuerzo se consiguen. Estar en una olimpiada no es nada fácil. Es duro, pero el esfuerzo merece la pena", afirma.