Un año más para Ávila
Y el punto y final se convirtió en un punto y seguido. José Ángel Delgado Ávila continuará escribiendo con su pluma la historia del Balonmano Valladolid, al menos un año más. Así lo han decidido jugador y presidente en una operación que ha llegado a buen puerto, fruto de una segunda oferta de renovación que ha dejado satisfechas a las dos partes.
Todo parecía apuntar que el universal abandonaría la disciplina amarilla. La reducida primera oferta del club no se acercaba al caché de un veterano con casi una veintena de temporadas a sus espaldas. Dionisio Miguel Recio incluso manifestó, ante la demora del jugador en aceptar la oferta, que el club que preside no podía estar esperando al último tranvía y el hueco en la ficha de universal se taparía en el mercado. Un tranvía llamado Ávila, que ya contaba con dos estaciones Asobal y una europea como posibles muelles en los que aparcar, con ofertas netamente superiores a la primera propuesta amarilla.
La salida de Sierra al Paris Handball va a dejar una buena suma de dinero en las arcas del Cuatro Rayas, lo que ha permitido ampliar el margen de maniobra a la hora de confeccionar una nueva plantilla, con excedentes de savia joven y escasa de sabios veteranos. Por esta razón, vestir la nómina de jugadores con canas como las de Ávila se antojaba crucial.
Con la nueva oferta sobre la mesa, las partes no tardaron en encontrar el punto de entendimiento. La segunda propuesta presentada por el club al jugador se mostraba con una notable subida en los emolumentos de Ávila, y, pese a ser notablemente inferiores a los del año anterior, se acercaban más a los que el universal entendía como una oferta a la baja, que a la visión que tenía el club del mismo concepto.
Finalmente, con las dos partes contratantes apretándose el cinturón, la jugada se vaticina redonda para todos los implicados. El jugador cumple el deseo de quedarse en la que es su casa; el club no tendrá que sacar el rastrillo para buscar en el mercado un universal bueno, bonito y barato como Ávila; Pastor podrá contar con uno de los centuriones de su guardia pretoriana y la afición seguirá empapándose con el sudor de un jugador que derrocha entrega y sacrificio.