Una fiesta de despedida light
Huerta del Rey prepara ya las guirnaldas, las medias lunas rellenas de jamón de york y las botellas de cocacola sin cafeína para preparar una fiesta light. Lo intranscendente del partido que enfrentará el sábado (18.00 horas- Huerta del Rey) al Cuatro Rayas con el Amaya Sport San Antonio convierte la cita en un acto de despedida para aquellos jugadores que abandonarán la disciplina amarilla en cuanto la Asobal baje la verja de la temporada 2011-2012.
Para Sierra, Lamariano, Víctor Alonso, Eilert y Krivokapic, jugadores con contrato en vigor, sólo será el último escalón que les separa de las vacaciones de verano. Para el resto de integrantes de la plantilla, la última jornada de Liga es el escaparate para regalar a la afición de Huerta del Rey el último caramelo que deje un buen sabor de boca en su paladar. Gurbindo emigrará a parajes más prósperos, Cutura deja a Perales (cuando el cántabro se recupere de su lesión) como único central del equipo de Pastor, Tokic abandonará sin hacer mucho ruido el pabellón que le ha acogido esta temporada y dos estiletes como Nikcevic y Joli continuarán haciendo la jugada del correcaminos lejos de Valladolid. Otros, como Ángel Romero, jugarán sin saber si volverá a vestir de amarillo la próxima temporada. En definitiva, la última jornada del curso, se convertirá en una colección de Adioses, Hasta prontos y Hasta nuncas.
Como maestro de ceremonias para el último baile de fin de curso se ha invitado a la pista de Huerta del Rey a un Amaya Sport San Antonio que tampoco está pasando el mejor momento de su historia. La sombra del gigante Portland se ha reducido con los años a la mínima expresión, convirtiéndose en un equipo de segunda fila. Un circo en el que los enanos crecen en cada esquina. Si el partido del sábado tiene como mayor atractivo para la afición dedicar un penúltimo adiós a los jugadores a los que el graderío ha apoyado incondicionalmente esta temporada, los navarros no llegan a Valladolid dispuestos a alimentar el espectáculo competitivo.
Juanjo Apezetxea anunció esta semana que no seguirá al frente del banquillo navarro la próxima temporada. Una decisión que ha tomado motu propio por motivos laborales y que pone punto y aparte a dos años como técnico en la élite del balonmano nacional. Para poner la guinda a su carrera como entrenador, Apezetxea alineará en Huerta del Rey a la cara B un disco colocado en el décimo estante de la Liga Asobal.
La precaria situación económica que atraviesa el club pamplonica, ha llevado a dar de baja antes de que termine la temporada a su cuartero balcánico. Ristanovic, Secaljevic, Rasic y Curkovic recogieron sus taquillas y se volvieron a sus países de origen para aliviar un poco las enrojecidas cuentas de la entidad navarra. Además, Apezetxea no podrá contar por compromisos con su selección, con el holandés Iso Sluijters, que sí que continuará en la disciplina del San Antonio el próximo año.
Fe en la cantera
Con este panorama, el técnico navarro tendrá que poner sus esperanzas de terminar con buen pie el año en la cantera, por lo que ha incluido en la convocatoria a Iñaki Miquele, Álvaro Amézqueta e Iñaki Iriarte, jugadores de Primera Nacional. Esta pesca en las categorías inferiores se convertirá el año que viene, en un entorno estigmatizado por la crisis económica, en una jugada maestra para muchos clubes de la Asobal, entre los que estará incluido el Cuatro Rayas Valladolid, como explicó el jueves el presidente del club vallisoletano, Dionisio Miguel Recio, en rueda de prensa. La era de los filiales ha llegado al balonmano español y el equipo que dirige Pastor no se escapará de las garras de esta Nouvelle Vage.