26-27: Eilert enseñó las orejas en Zaragoza
Ganar a orillas del Ebro era la consigna, Pastor lo tenía claro. Lo que también sabía el técnico vallisoletano es que era el turno de probar, de dar minutos y protagonismo a los menos habituales, a estas alturas de temporada en los que no queda nada por lo que luchar, además del orgullo y la reputación. La victoria se consiguió, no sin sufrir más de lo que cualquier corredor de apuestas hubiera previsto al finalizar la primera mitad, y además uno de los integrantes de la última fila mostró sus ganas por ser un alumno aplicado. A Patrick Eilert aún le quedan muchas lecciones que aprender, pero en Zaragoza el nórdico no se escondió, probó su lanzamiento y recibió el premio de anotar siete goles, uno de ellos determinante para ganar el partido. Adiós avestruz, hola león danés.
El zurdo se convirtió en el protagonista de un partido que no comenzó bien para el Cuatro Rayas. El cuadro amarillo recibió cuatro relámpagos en el pecho cuando apenas se habían atado las zapatillas. Los aragoneses salieron en tromba y su juego llevó a los vallisoletanos a un parcial de 5-1 a los seis minutos, que dibujaba a un Caja 3 ambicioso, con ganas de cerrar el año en casa brindando una victoria a los vecinos del Pilar.
Cuando más estaban apretando los aragoneses, una falta de Ávila se castigó con un lanzamiento desde los siete metros. Pastor dio la alternativa al eibarrés Yeray Lamariano. Cartón no falló ante la sombra de Sierra y con una cómoda ventaja de nuevo en manos mañas (6-3), el onubense volvió a su hábitat natural. Ese fue el punto de inflexión que marcó la remontada amarilla. Eilert de desmelenó recortando distancias desde los nueve metros y Sierra acertó a frenar el posterior lanzamiento de Cartón desde la línea fatídica. Dos acciones que pusieron alas en la espalda del Cuatro Rayas, que no estaba por la labor de desperdiciar esa oportunidad.
Piedra a piedra, desde el extremo, Alexis y Víctor Alonso, devolvieron la igualdad al marcador (6-6) y Eilert, hoy con el modo confianza activado, puso por primera vez a los de Pastor por delante en el partido (6-7). Diez minutos tardaron los vallisoletanos en coger el timón del encuentro. Mariano Ortega intentó poner freno a la remontada del Cuatro Rayas con un tiempo muerto. El partido entró en un bucle de ventaja-desventaja, sin opciones de escapada, gracias a Pablo Hernández. El guardameta zaragozano mantuvo vivo a su equipo mientras le pudieron las fuerzas. Enfrente, brillaba también Sierra. Ambos demostraron el valor del portero en balonmano, protagonizando un bonito toma y daca.
La exclusión de Val fue el caramelo que necesitaba el equipo de Pastor para endulzar la tarde. Cuando el Caja 3 quiso volver a jugar con siete, el Cuatro Rayas ya contaba con una renta de tres goles a su favor (11-14), y una inercia peligrosa para los intereses del público del Príncipe Felipe. Así, cuchillo dentado en mano, los vallisoletanos lograron llegar al descanso con un crédito suficiente para vivir con tranquilidad el segundo periodo (13-18).
El relax pasó factura al equipo de Pastor en la reanudación. Pablo Hernández, el mejor de los maños, se puso el manto de santo y empujó a sus compañeros hacia la remontada, poniendo la soga al cuello a un equipo con un engranaje poco lubricado sobre el parqué. Cuando los vallisoletanos quisieron encontrar el ojo de la aguja, el equipo naranja seguía haciendo travesuras con sus tijeras (18-20).
Un gol de Casanova reducía la ventaja pucelana a la mínima expresión (19-20) y de nuevo el Cuatro Rayas se condenaba al sufrimiento. Los aragoneses volvieron a sentir latidos y comenzó así un incesante intercambio de golpes. El equipo pudo dilapidar incluso los cinco goles de ventaja con los que se fue su rival al descanso, pero Sierra, empeñado en dar la réplica a Pablo Hernández, detuvo de nuevo un lanzamiento desde los seis metros a Humet, dejando el volante en manos de su equipo.
El que no perdonó fue Gabor Grebenar, que devolvió la igualdad al luminoso (26-26) a dos minutos y medio del final. Lo que debía de ser una plácida estancia en un Spa para los vallisoletanos se convirtió en una estresante cadena de montaje donde destacó la mano de obra más cualificada de la jornada laboral. Sierra impidió a Grebenar repetir celebración, Gurbindo recuperó un balón y Eilert recibió la corona de héroe por un día, al fusilar desde los seis metros al portero zaragozano. Un gol definitivo que permite al Cuatro Rayas volver a Valladolid con el orgullo intacto en la maleta.
FICHA TÉCNICA:
26.- Caja 3 BM Aragón (13+13): Pablo Hernández (p.), Soril (1), Maqueda (3), Demetrio Lozano (5), Víctor Vigo (1), Cartón (6, 2p.) y Rubio (1) Siete inicial- También jugaron: Val (2), Humet (-), Grebenar (3), Casanova (2) y Masachs (2).
27.- Cuatro Rayas Valladolid (18+9): Sierra (p.), Asier (-), Krivokapic (4), Ávila (-), Alexis (2), Joli (-) y Cutura (6) Siete inicial- También jugaron: Lamariano (p.s.), Víctor Alonso (5), Eilert (7), Romero (1), Gurbindo (-) y Nikcevic (2).
Parciales cada cinco minutos: 3-0; 6-5; 9-8; 10-11; 12-14; 13-18 -Descanso- 17-19; 19-20; 21-22; 22-23; 24-25 y 26-27 -Final-
Árbitros: Escudero Santiuste y Escudero Santiuste. Excluyeron a Val (Min. 22) por parte de Caja 3 y a Krivokapic (Min.18), Víctor Alonso (Min.32) y Romero (Min.36), por parte del Cuatro Rayas. Además amonestaron a Maqueda, Rubio y Val, del lado local y a Ávila, Asier Antonio y Romero, del lado visitante.
Incidencias: Partido perteneciente a la vigesimonovena jornada de la Liga Asobal, celebrado en el Pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza ante aproximadamente 1.500 espectadores.