La defensa del Aula, un ejemplo de entrega. FOTO: cdbalonmanoaula.es
La defensa del Aula, un ejemplo de entrega. FOTO: cdbalonmanoaula.es
La defensa del Aula, un ejemplo de entrega. FOTO: cdbalonmanoaula.es
 |  División de Honor Plata

ADN Aula Cultural como escudo ante el Atlético Guardés

8 de Marzo de 2012
Escrito por
Guillermo Sanz

Si Agatha Christie hubiera conocido a las chicas del Aula Cultural antes de enfrentarse al folio en blanco, Diez Negritos no hubiera sido publicado nunca. Una trama que se centra en la desaparición de las personas que se alejan del grupo de invitados a una reunión en la Isla Negro no hubiera tenido lugar con las jugadoras que dirige Karolo. Nunca se quedan solas, pueden andar tranquilas por la pista porque saben que alguien siempre guarda sus espaldas. Éste es el secreto del éxito que esconde la sorprendente temporada que está protagonizando el equipo vallisoletano. Son una piña y en esa unión reside la fórmula para dar el sábado (18.00 horas, Polideportivo Miriam Blasco) un paso más hacia la División de Honor, ganando al Atlético Guardés.

Es ventajista, y más el día de la mujer trabajadora, decir que las chicas son guerreras, pero  “Si no fueran guerreras no estaríamos donde estamos”, reconoce Karolo, técnico del Aula Cultural. Sus jugadoras deberán sacar del armario todo el arsenal para vencer al líder de la División de Honor Plata, el Atlético Guardés. Las gallegas llevan desde el 16 de octubre sin perder, pero el feudo del Aula sigue siendo infranqueable. Dos factores que convierten el enfrentamiento del fin de semana en un espectáculo para destacar en rojo en el calendario.

El estatus de profesionales de las guardesas se enfrenta, por tanto, al corazón valiente de las vallisoletanas, que bombea sangre portadora del ADN Aula, algo que no se compra con dinero. “Ellas son jugadoras profesionales de un gran nivel. Son superiores a nosotros tanto táctica como físicamente. Lo que tenemos que hacer es controlar muchas situaciones de juego. El marcador no tiene que importar mucho, en principio, porque ellas estarán por encima mucho tiempo”, asegura Karolo, que encuentra en el escaso fondo de armario con el que cuenta su rival, el talón de Aquiles que puede dar vía libre a la sorpresa: “Ellas son ocho jugadoras y nosotras somos 14. El último cuarto de hora de partido, si mantenemos una diferencia de dos, tres o cuatro goles, vamos a ser capaces de remontarlo”, asegura.

Los puntos de atención se repartirán entre el lateral y el pivote, principales focos de peligro de las gallegas, que cuentan además con una defensa férrea: “Tiene una lateral izquierda extranjera que es extraordinaria. Es capaz de fintar, de lanzar, de pasar… Tenemos que defenderla por encima de los nueve metros. Además tienen a una pivote que ha sido internacional desde cadete hasta que llegó a junior. Son sus dos bazas más importantes. Además tienen una defensa durísima. Nos van a meter un 6-0. Son grandes y fuertes. Va a ser un desgaste importantísimo”, analiza Karolo. 

Una victoria no solo supondría aferrarse en la tercera plaza. Además inyectaría una dosis de moral de cara al sprint final del campeonato: “Si ganamos no sólo serán los puntos. Mentalmente jugaremos los siguientes partidos con una situación anímica mejor”.

Las chicas, en una nube

Las jugadoras del Aula aún no son conscientes de lo heroico de su campaña y mantienen intacto el espíritu de la competición deportiva: la diversión. Con esa mentalidad, pasito a paso se encuentran en un camino que dirige hacia la División de Honor. “Nosotros teníamos el objetivo de no descender. Empezamos la temporada con muchas ganas, porque el año pasado teníamos partidos cada 15 días y queríamos jugar en una Liga más competitiva. Ahora la meta ya no es mantenerse,  es ir a la fase de ascenso. Piensas que puedes jugar contra las que ves en la tele, que eres fan de ellas. Eso me parece tremendo”, explica Raquel Engelmo, que con sólo 26 años ya atesora galones suficientes para capitanear a una brava tripulación.

La extremo del Aula encuentra en la grada a la octava jugadora que da un plus de motivación al equipo. “La grada nos anima un montón. Siempre aplauden, aunque perdamos. Para mí, la grada es un diez”, agradece, pero lamenta que mucha gente no sepa de la existencia del mejor equipo femenino de la ciudad: “Una persona que venga a vernos un sábado va a repetir. La pena es que hay gente que no sabe ni que existimos”.

Las victorias, poco a poco, irán dirigiendo los focos hacia el Miriam Blasco. Para que los triunfos lleguen se necesitan goles, y para eso está Andreea Alina. La pivote rumana trajo el gol dese cerca de la región de Timisora. En su tarjeta de presentación se puede leer Máxima artillera del Aula y quinta de la Liga; sin embargo, Andreea reparte el mérito entre el resto de sus compañeras: “Todos intentamos que sea una piña. Si no me pasan el balón yo no meto goles. El mérito es suyo”, reconoce humildemente.

La jugadora asegura que muchas de las chicas “todavía no se dan cuenta de que podemos hacer algo grande. El equipo puede crecer más”. Para que lleguen esas hormonas del crecimiento cuanto antes, es necesario que los dos puntos no viajen a Pontevedra. Un objetivo que ve posible alcanzar la pivote: “Es un partido complicado, pero no es imposible. Si tenemos un ritmo de juego igualado podemos hacer un partido muy bueno”, declara.