31-27: El Villa de Aranda saca los colores al Cuatro Rayas
Durante esta semana Burgos está siendo tierra santa. Un lugar donde se localizan los milagros deportivos y que será un foco de peregrinación para una región donde se vive el deporte sin complejos y sin ánimos de rendición. Si el martes el Mirandés del ya famoso Pablo Infante iluminó el modesto estadio de Anduva, bordando con hilo de oro el nombre del club burgalés en la historia de la Copa de España; hoy ha sido el turno, en una cita discreta, apenas alumbrada por la luz de una vela, del Villa de Aranda. ¿Qué era un amistoso?...Verdad. ¿Qué el Cuatro Rayas llegó a Aranda con la cara B del disco de Pastor?...Verdad. Pero estos hechos no deben quitar valor a la victoria de los burgaleses ni restar importancia al hecho de que un equipo que terminó el año subiéndose a las barbas del Barcelona Intersport ha comenzado el 2012 sufriendo el Vigo y cayendo derrotado en Aranda, en los dos primeros partidos de la pretemporada invernal de los vallisoletanos.
Los menos habituales del conjunto de Pastor tenían en el Príncipe de Asturias el escaparate perfecto para demostrar a su técnico que pueden sumar al juego pucelano en la segunda mitad de Liga. No fue así. Los jóvenes canteranos César Pérez, Félix García, Raúl Álvarez, Sergio Escudero y Nicolás López, jugadores del UEMC-Balonmano Valladolid, acudieron a la llamada del primer equipo para completar la convocatoria. Ningún sanbenito se les puede colgar en el cuello a los futuros jugadores amarillos, de hecho Félix volvía a su ciudad natal por la puerta grande, materializando seis goles y convirtiéndose en uno de los destacados. El ritmo de competición de los canteranos es otro y no racanearon en lo que a ganas se refiere. La responsabilidad de terminar el partido con final feliz recaía en las espaldas de los veteranos de un equipo que se muestra cojo sin el apoyo de sus internacionales y de sus lesionados.
Enfrente el Villa de Aranda, un equipo que está por debajo de la zona media de la tabla en la División de Plata del balonmano español, novenos para ser exactos. Los burgaleses parecían un gatito con el que jugar para un gigante como el Cuatro Rayas, sin embargo, los jovellanistas demostraron tener dientes y uñas con los que dañar a los vallisoletanos. La energía con la que el conjunto arandino saltó al parqué les valió para coger la batuta del partido y acosar la portería defendida por Yeray Lamariano. El eibarrés se convirtió en el mejor hombre de los vallisoletanos durante el primer periodo, un dato que da pistas de cómo se desarrolló el encuentro. Gracias a la buena actuación del guardameta, el equipo dirigido por Pastor llegó al descanso con una desventaja de tres goles. 17-14 en el luminoso y 30 minutos para la remontada. Un mal menor si se tiene en cuenta que el marcador reflejaba ocho minutos antes la mayor renta burgalesa en la primera mitad, que fue de seis goles.
En esta ocasión las musas no visitaron al juego vallisoletano, como ocurriera en As Traveses días antes. No hubo susto con final feliz, sino pesadilla con final a secas. Sin Eilert, que no participó en el encuentro por precaución, y con Romero casi inédito, las opciones de Pastor eran demasiado reducidas. Poca experiencia para enfrentarse a un equipo bravo en el que César en la portería se encargó de hilvanar una sorpresa que confeccionaron Iker Antonio, desde el lateral derecho, y Maxi Ferro, desde el extremo izquierdo. Los arandinos, que no han sufrido el parón en la Liga, por lo tanto con mucho más tono, se aprovecharon de las continuas imprecisiones del Cuatro Rayas para hacer valer su dominio en el marcador y terminar el partido con una victoria, 31-27. Un resultado que sirve como un leve tirón de orejas para un equipo que necesita con urgencia volver a la competición con el pleno de sus efectivos.
FICHA TÉCNICA:
31.- BM VILLA DE ARANDA : César, Diego Camino (3, 1p), Juli (3), Maxi (4), Llopis (5), Alberto Camino (2), Iker Antonio (5) También jugaron- Diego Ortega, Alexis (1), Hugo Garza (1), Boza (4), Tito (2) y Javito (1).
27.- CUATRO RAYAS VALLADOLID: Lamariano, Asier Antonio (2), Víctor Alonso (2), Tin (3), Ávila (4), Cutura (5, 2p), Félix García (6). También jugaron- Krivokapic, Ángel Romero (3), Escudero, Raúl Álvarez (1), Álvaro Rogel (1).
PARCIALES: 2-2, 7-4, 10-7, 12-9, 15-11, 17-14 descanso- 19-16, 22-18, 24-18, 27-20, 29-24, 31-27 (final).
ÁRBITROS: Merino Mori y Moyano Prieto (Colegio vallisoletano). Excluyeron a Juli, Maxi por parte de los locales y a Asier Antonio por parte de los vallisoletanos.
INCIDENCIAS: Pabellón Príncipe de Asturias alrededor de 200 espectadores.