Balance positivo
Aragón y Madrid fueron los combinados más destacados en la cita celebrada entre el 2 y el 7 de enero. De hecho el cetro nacional voló hacia tierras mañas con polémica, ya que le fue arrebatado al equipo de la capital por alineación indebida. El equipo castellano y leonés se quedó fuera del podio, por detrás de los grandes del baloncesto en silla de ruedas, del País Vasco (tercero) y de Andalucía (cuarto).
Entre los 112 jugadores que participaron en el trofeo, la selección regional estuvo formada por doce jugadores, los burgaleses de la Escuela de Baloncesto Adaptado del Montur El Cid de Burgos: Víctor Andrade, Alicia de Miguel, Mario García, Laura Herrera, María Muriel, Jimena Núñez, Eduardo Ortega y Miguel Sevilla; las palentinas también del centro burgalés: Rosa García y María Jesús García; y las vallisoletanas independientes: Lucía y Cristina Martín.
El equipo del base del Servigest Burgos no pudo vencer en ningún partido. «La motivación no ha sido la adecuada. Estos chicos se tienen que creer que son unos privilegiados de representar a su comunidad en un campeonato tan importante como éste», indica Da Silva. Para Helder otra de las claves de los pobres resultados, al margen de la diferencia de entrenamientos, estuvo en que los chicos «no consiguieron divertirse».
Castilla y León debutó con Madrid, a la postre una de las selecciones más potentes. Cayó 11-43, y los locales poco pudieron hacer para frenar el fuerte ritmo de los de la capital de España. En el choque ante Andalucía, las sensaciones fueron algo mejores, pero el combinado regional volvió a perder (13-30). «Tienen que cambiar la mentalidad y ser mucho más fuertes», señala el seleccionador.
El peor varapalo de todos llegó contra el vigente campeón. Aragón no tuvo piedad de los rojiblancos y le endosó un doloroso 42-7. Walter de Horta o Erik Morales demostraron el porqué de ser considerados como dos de los mejores jugadores del territorio nacional. La burgalesa Jimena Núñez, abandera del equipo de Da Silva, tampoco pudo hacer mucho, pese a haber probado ya las mieles de ser internacional con tan solo 16 años.
En el último encuentro ante el País Vasco, combinado que se nutre de la cantera del Bilbao BSR y del Zuzenak de Vitoria, el equipo castellano y leonés cayó 36-15, en un choque en el que los locales dieron la cara para continuar con su progresión en un campeonato que contó con más de un millar de deportistas y que convirtió a Valladolid en el epicentro del baloncesto español.
