32-26: Maldita lógica
El carillón no sonó antes del 31 de diciembre. No hubo campanadas que dar en el Palacio de los Deportes de León y el Cuatro Rayas Valladolid volverá a casa, a las primeras de cambio, pero con las vértebras perfectamente alineadas para levantar una cabeza que debe de mirar hacia el frente y, es que, el equipo de Juan Carlos Pastor realizó un completo partido que no obtuvo recompensa alguna.
Todo estaba en contra. Un recinto que ladraba a todo lo que olía a Valladolid, un rival formado por 16 monstruos con garras de acero y la lógica del talonario, que, al final, es la que marca las directrices a seguir en el deporte. Comparar la caja de caudales del Barcelona Intersport y el Cuatro Rayas Valladolid podría dar una explicación de por qué el mejor jugador del partido, Raúl Entrerrios, se ata las playeras todos los días en la Ciudad Condal y no a orillas del Pisuerga.
Pero no solo las diferencias económicas son las que marcan el devenir de una batalla. Si David venció a Goliat, los vallisoletanos podían demostrar que hay vida más allá de la bipolaridad liguera marcada por Atlético y Barcelona. Los pupilos de Pastor se pegaron a los blaugranas en el marcador, y lograron que los catalanes dominaran, pero que no se escaparan en el marcador, con un juego atractivo y atrevido, deleitando a la grada leonesa con un recital de flys para el recuerdo. Sin embargo, el depósito del utilitario amarillo es de diez galones (los siete jugadores titulares más Ávila, Asier y Víctor Alonso), mientras que la del deportivo azul y grana es de dieciseis. De nuevo la lógica impera; el vehículo con menos gasolina es el que antes deja de caminar.
Las paradas de Sierra, que celebró su convocatoria para el Europeo de Serbia con una soberbia actuación que le valió para ser reconocido como el mejor portero de la semifinal (entre los pitos de la afición leonesa), impidieron que el Barcelona se fuera al descanso con una mayor renta en el marcador (18-14). Las esperanzas quedaban vivas para la segunda media hora de un partido limpio en el que los colegiados sólo excluyeron a Asier Antonio.
Cuando uno juega contra un coloso como el Barcelona, lo único que queda es divertirse y disfrutar. Así, con la presión sacudida, los jugadores del Cuatro Rayas comenzaron a jugar al recorte con el marcador. Gurbindo, que se lució contra el que puede ser su próximo equipo, Krivokapic y Cutura, destacaron entre el festival de desparpajo protagonizado por los vallisoletanos. Con alguna filigrana que otra, la escuadra amarilla logró recortar la distancia a dos goles (20-18), cuando la segunda parte corría por el minuto cinco. Con orden defensivo y acierto en el ataque, consiguieron que Entrerrios, Laszlo, demoledor en su tiro exterior, y Rutenka, no borraran de un plumazo la ilusión de la sorpresa.
La historia cambió cuando en el minuto 12 de la segunda mitad, con 23-22 luciendo en el marcador, el cumplidor Sjostrand dejó su hueco en la portería al Gran Mago Saric. Xavi Pascual no quería especular ante un equipo que, con la confianza de su lado, comenzaba a subir contra la espuma. Jugó la carta psicológica y acertó. La sola presencia del bosnio entre los tres palos provocó una flojera en los brazos de los jugadores del Cuatro Rayas que no lograron reducir esos dos goles de números rojos que marcaban su cuenta.
Con 26-24 se llegó a la recta final del encuentro, fue entonces cuando el Barcelona aprovechó el cansancio acumulado por los vallisoletanos para trampear el marcador con un parcial de 6-2 que desvistió la digna derrota (32-26) de un Cuatro Rayas Valladolid que recordará la XXII edición de la Copa Asobal como el día en el que se desafió a la lógica y ésta aplastó al equipo.
El susto de Cutura
Las alarmas sonaron en las oficinas de Huerta del Rey en la mañana de hoy cuando recibían la decisión del Comité de Competición de la Asobal. La nota decía que el serbio no podría disputar la semifinal de la Copa Asobal frente al Barcelona Intersport, al deber cumplir sanción por la expulsión sufrida ante el Caja 3 BM Aragón en la penúltima jornada de la primera vuelta. La directiva del club vallisoletano no tardó en preparar una respuesta en la que se pedía la cautelar al no haber avisado con la suficiente antelación y encontrarse ya el jugador en tierras leonesas junto con el resto de la expedición amarilla. La Asobal respondió con lógica en respuesta a la solicitud vallisoletana y el central pudo participar en el encuentro con el momentaneo perdón bajo el brazo.
FICHA TÉCNICA
32.- F.C. Barcelona Intersport: Stojstrand, Entrerríos (7), Cedric Sorhaindo (2), Cristian Ugalde (2), Laszlo Nagy (6), Aguirrezabalaga (2) y Rocas (4) - Siete inicial- También jugaron: Saric (p.s.), Magnus Jermenyr (-), Viran Morros (-), Rutenka (5), Sarmiento (2), Igropulo (2), Juanin García (-) y Balaguer (-)
26.- Cuatro Rayas Valladolid: Sierra, Krivokapic (5), Romero (2), Gurbindo (7), Joli (4, 2p.), Cutura (4) y Nikcevic (4)- Siete inicial- También jugaron: Lamariano, Ávila (-), Asier (-), Víctor Alonso (-) y Tokic (-).
Parcial cada cinco minutos: 3-2; 6-4; 8-7; 11-9; 15-11; 18-14- Descanso- 20-18; 22-20; 25-23; 26-24; 29-25 y 32-26.
Árbitros: Sabroso Ramíre y Rauly López. Excluyeron a Asier Antonio (Min. 27) y a Davor Cutura (Min. 55) y amonestaron a Asier Antonio, Víctor Alonso y Ávila, por parte del Cuatro Rayas, y a Igropoulo, Jermenyr y Rutenka, por parte del Barcelona Intersport.
Incidencias: Partido perteneciente a las semifinales de la XXII Copa Asobal, celebrada en el Palacio de los Deportes de León ante unos 4.500 espectadores. Los premios de la primera semifinal fueron para Raúl Entrerrios como el mejor jugador del partido y el máximo goleador, y para José Manual Sierra como el mejor portero de la eliminatoria.