Salto de fe en Europa
Pensar en una remontada de diez goles en Europa es pensar en épica, casi en milagro. Cualquier entrenador se plantearía el partido de vuelta como un vaso de agua con el que pasar un mal trago anterior. Cualquiera menos Juan Carlos Pastor. El deporte, en ocasiones es como la religión, se fundamenta en la fe, y el técnico vallisoletano es un ferviente devoto de su plantilla, en la que confía ciegamente. Es un reto difícil y complicado porque son diez goles, pero hay que creer en ello. Yo confío plenamente. Están con ganas, ilusionados, y pensando que es otro reto más, que a lo mejor es lo que necesitamos para crecer, asegura.
Para que se obre el milagro hay que convertir Huerta del Rey en un lugar caldeado en el que los eslovenos del Gorenje Velenje se sientan incómodos. Así lo ha reclamado Pastor en rueda de prensa: Yo creo que esto es un reto y hay que hacer que los de dentro y los de fuera lo crean. Hay que crear un climax aquí con un ambiente cálido.
Ahora, Melic y Bezjak no tendrán a su favor el factor sorpresa. Una vez vistos en directo, Juan Carlos Pastor ha cogido la matrícula a los dos referentes del conjunto esloveno, y el técnico no olvida una cara. Los esfuerzos amarillos pasarán por bloquear, si es preciso con dos hombres encima del extremo, cualquier intentona visitante de interponerse entre el Cuatro Rayas y la hazaña. Para ello tendrán que poner una marcha más y actuar con más chispa de la mostrada en el Red Hall de Velenje.
La dureza de los defensores balcánicos en el partido de ida, rozando la legalidad del reglamento, fue uno de los factores que impidieron a los vallisoletanos encarar la vuelta con una desventaja menor. Tienes que defender con fuerza... Una cosa es con fuerza y otra cosa es extremando la dureza. La clave del partido es hacer una defensa intensa, cerrada, anticipándose, no dejando que te metan el brazo, colocándose rápido
, analiza Pastor. El entrenador tiene en su cuaderno de notas una lista de alternativas si el planteamiento de las avispas vuelve a ser el mismo: Si no podemos hacer nuestro juego normal, porque nos abrasan al pivote, y hay que adaptarse al arbitraje, pues tendremos que buscar otras opciones de entrar o buscar lanzamientos exteriores, que no tenemos mucha gente para ello
Una de las claves del partido pasará por jugar sin mirar el marcador. No hay que obsesionarse con la ventaja. Lo primero es ganar, y luego, si se puede, llegar a distancias que ellos crean que no pueden ganar el partido, intentaremos limar gol a gol. Ese es el objetivo, asegura Pastor.
El espíritu del Oporto sigue dentro del cuerpo del técnico amarillo. Si en cuartos de final de la Recopa del 2001 los portugueses salieron de Huerta del Rey con la cara del que le roban la cartera en la puerta del metro, perdiendo la ventaja de once goles que traían de tierras lusas
¿Por qué no pueden volverse con el mismo rictus los hombres de Tamse a Velenje? Lo imprevisible del deporte da la razón al que no se rinde, y el sábado tendrá otra oportunidad de demostrar que los números y las estadísticas pueden caer en saco roto. Si no se diera el caso, tampoco supondría el final del mundo. Para demostrar esta afirmación Juan Carlos Pastor tira de hemeroteca y recuerda: En Zagreb nos eliminaron en diciembre y fue un punto de inflexión en el equipo bastante importante. No quiero que me eliminen pero el cambio sirvió para ganar una Copa del Rey y para sacar 25 puntos en la segunda vuelta.