El Estudiantes renueva el título
No hubo sorpresas en la final del XV Torneo Internacional de Baloncesto de Pedrajas de San Esteban, que se disputó este fin de semana y en el que participaron cuatro integrantes de categoría junior. El Tuenti Móvil Estudiantes volvió a proclamarse campeón del Torneo por segundo año consecutivo. El conjunto madrileño venció en la final al Laboral Kutxa Vitoria por 71-83, revalidando así el título de 2013.
A pesar de caer por 12 puntos, el equipo vasco dejó muy buenas sensaciones durante toda la competición. En el primer cuarto mantuvo el tipo y el ritmo frente al Estudiantes, aunque los madrileños acabaron con una ligera ventaja (22-25). Así continuaron en el segundo periodo, en el que se mantuvieron estas diferencias (43-46). Sin embargo, el físico del Estudiantes y la calidad de sus jugadores pronto marcarían el encuentro y se irían al cuarto periodo con una renta de más de diez puntos, imposible de salvar.
Por su parte, el Club Baloncesto Valladolid logró una meritoria tercera plaza al ganar 77-62 al Basketball Nymburk, conjunto de la República Checa que se estrenaba en el Torneo de Pedrajas.
Vallisoletanos y checos disputaron un encuentro igualadísimo, y tuvieron que recurrir al último cuarto para desempatar la contienda. Aunque las diferencias fueron mínimas, los locales marcharon por detrás, pero sin perder la fe, durante los tres primeros periodos. De esta forma, los checos comenzaron con mayor acierto y acabaron el primer cuarto con dos puntos por arriba (16-18). Esta ventaja se amplió en el segundo periodo (26-32), que de no ser por la gran actuación de Javier Martínez los vallisoletanos hubieran tenido muy complicada la remontada.
El descanso le vino muy bien al CB Valladolid, que salió enchufadísimo a la pista y con otra actitud. El acierto en los triples fue tal que los locales no solo recortaron distancias sino que se pusieron por delante por momentos. Heinzl volvería a dar una ligera ventaja a los suyos al término del tercer cuarto (48-50).
Los vallisoletanos supieron afrontar mejor el cuarto decisivo, en el que los checos pecaron en la precipitación. Gracias a un parcial de 12-2, los locales cogieron el ritmo deseado para llevarse el encuentro (77-62).
