Óscar Simón presentó su programa electoral. FOTO: valladoliddeporte.es
| Cuatro Rayas Valladolid
Un club viable "sí o sí"
17 de Enero de 2013
Óscar Simón rompió su silencio. El mismo día en el que presentó su candidatura a la presidencia del Cuatro Rayas Valladolid no quiso hablar acerca de los planes que tenía en su cabeza para el club en el que juega su hijo, el joven Daniel Simón. Sin embargo, el jueves habló largo y tendido de la hoja de ruta que pretende seguir si los socios deciden sentarle en el sillón que ha dejado vacío Dionisio Miguel Recio. Un itinerario con tres metas volantes: la económica, la social y la deportiva.
Punto por punto dejó claros los objetivos que se marca como aspirante a la presidencia del club vallisoletano. El primero en tratar fue el tema económico, dejando una pequeña astilla en la espalda de otro de los candidatos: Antonio Garnacho. "Nosotros no hemos pedido cuentas a nadie, no las vamos a pedir. No puedo decir que la cifra nos da lo mismo, pero el proyecto es viable sí o sí, independientemente de las cifras", remarcó Óscar Simón. Una visión acerca de la viabilidad del club que entra en colisión con la de Garnacho que puso el estado de las cuentas del club como condicionante para seguir adelante con su candidatura.
En la cabeza de Óscar Simón no entra la posibilidad de que "el cuarto presupuesto más alto de la Asobal" no sea económicamente viable: "Sólo para el proyecto deportivo vamos a tener más dinero que otros clubes para todo, ¿Cómo no va a ser viable?".
El candidato, director de una correduría de seguros, oferta un club mutado en empresa basado en el amor que promete al Balonmano Valladolid: "Esto va a ser una empresa de todos, pero una empresa", asegura Simón que, en caso de alcanzar la presidencia, no tiene pensado vestirse con la camisa de bolchevique; más bien opta por una transición tranquila hacia el club que desea: "Las revoluciones para otros. Se han hecho cosas bien y otras menos bien. Nosotros podemos actuar con plena capacidad a partir de la temporada que viene. Mala sería esta candidatura si venimos aquí y empezamos a cambiar todo, porque hay que respetar todos los compromisos que el club tiene", asegura.
Los compromisos a los que se refiere Óscar Simón podrían alargarse más allá del 30 de junio. La idea del aspirante a la presidencia es mantener en nómina al personal no deportivo, porque son "los que conocen los entresijos del club. Una dosis de veteranía para alimentar a una posible directiva novata en la gestión de entidades deportivas.
Sumar patrocinadores y amortizar una deuda aún por oficializar son los primeros pasos a dar para Óscar Simón. Una vez traspasada la primera meta sería el turno de entrar en el alimento emocional del club: los socios, una pieza clave en el puzzle del candidato. "El ambiente dentro de Huerta del Rey hay que trabajarlo y el detonante de ese ambiente son las peñas. Vamos a escucharlas y vamos a valorar todo aquello que nos digan las peñas, los socios, y ¿por qué no? de los que no son socios. Todo el mundo tiene algo que aportar", asegura el candidato que apuesta por ofrecer, a través de la web oficial del club "una información más amplia o mayor de lo que pasa en el club". Una política de acercamiento entre el club y los aficionados que aspira a "promocionar el balonmano" vallisoletano en el ágora de Huerta del Rey: "Queremos más gente que disfrute del balonmano de élite. Queremos un proyecto que sea de toda la ciudad", declara.
Con un plan para atar en corto los números, fidelizar a socios y recuperar abonos perdidos, el tercer punto pasaría por poner en el escaparate un equipo ilusionante basado a medio plazo en la cantera. "Nuestra idea es crear un equipo basado en jugadores de la ciudad, pero tenemos que reforzar determinados puestos con gente de fuera, porque aquí no les hay", explica. Una estrategia que no se planificaría de manera inmediata: "La cantera no se hace en dos días. Las semillas hay que dejarlas crecer", palabras de padre de canterano.
¿Y para cuidar de la cosecha si las semillas dan su fruto? Un interrogante. Óscar Simón no quiso poner sobre la mesa el nombre del encargado de dirigir su proyecto deportivo. Para el candidato no es un tema top en su agenda: "Hemos tenido algún contacto, pero de aquí al 30 de junio el entrenador es Juan Carlos Pastor. Hay más de una persona interesada en venir, pero la preferencia la va a marcar el estado económico. Dar nombres queda muy bien, pero sería una temeridad por nuestra parte", afirma. Otra punto en el que difiere con Garnacho, que propuso esta semana a Raúl González como primer objetivo para el banquillo.
Óscar Simón parece tener fe ciega en su plan, y su nombre estará en las urnas sin condicionantes: "Hay que tener un proyecto económico y saber cómo hacer las cosas. Si hubiéramos considerado que hay otro proyecto más viable o mejor nos hubiéramos retirado automáticamente". El candidato no lo ha visto y luchará con Antonio Garnacho y Daniel Torío por convertirse en el nuevo presidente del Balonmano Valladolid.