Tiempo de consolidación

El deporte en ocasiones se convierte en el salón central de un casino, con las buenas rachas botando de cabeza en cabeza, posándose en las manos de algún afortunado que ve cómo sus fichas se multiplican sobre el tapete verde y que, a renglón seguido, comprueban desesperados cómo la caprichosa bolita de la ruleta rusa se pasa la celda por la que se había apostado, o que la reina aparece a saludar cuando el naipe que esperabas en la mesa del blackjack era el as. El azar del juego está ahí y las rachas vienen y van. 

Precisamente las rachas entran en juego el sábado (18.00 horas- Teledeporte) en el casino instalado en el Palau d´Esports de Granollers, donde el Cuatro Rayas, inmerso en una buena racha lenta pero segura, se enfrenta a un Fraikin que el pasado fin de semana vio cómo el Huesca ponía fin a una racha de seis victorias consecutivas que le ha dejado en el bolsillo los suficientes fondos como para permitirse alguna apuesta arriesgada. Un gol de Saubich en el último segundo del partido que enfrentó a los vallesanos con el Huesca pegó carpetazo a la inmaculada trayectoria catalana en la segunda vuelta, en la que contaban sus partidos por victorias. Ahora, en las manos del crupier Pastor está la posibilidad de que vuelva a sonar eso de "gana la banca", haciendo que el Granollers se vuelva a casa con las manos vacías. 

Para hacer el papel de Danny Ocean y dejar limpia la caja fuerte del dueño del casino, será fundamental basar ese golpe maestro en la defensa, adelantándose a los cuerpos de seguridad del conjunto catalán: "Debemos intentar ir por delante en el partido, y para eso es muy importante defender a su triángulo de creación", declara Pastor, que pone nombre a los tres vértices de la figura geométrica: el fintador Malasinskas, Grundsten y Raúl Campos. 

"Con lo de casa puedes salir, pero el equipo debe marcarse un reto, que es sacar puntos fuera. Quedan cinco salidas (Granollers, Zaragoza, Barcelona, León y Cangas). Uno nunca debe cansarse de ganar o de hacer las cosas bien", estima Juan Carlos Pastor que apuesta por jugar "cada partido como si fuera el último". 

El Cuatro Rayas se enfrentará, además de a los pupilos de Toni García, a un largo viaje de más de 700 kilómetros. Demasiada carretera como para no pensar en otra cosa que no sea volver con los dos puntos en el maletero del autobús. Las últimas victorias cosechadas han permitido a los vallisoletanos salir de los puestos de descenso y sacudirse la presión. Como acto reflejo, la posibilidad de llevar el ritmo del partido en sus manos; una labor de la que sabe mucho Jorge García Vega, que aporta ese "punto de concentración" que reclamaba Pastor. "Es un tío que sabe jugar a esto y creo que lo puede hacer aún mejor. Soy exigente con él", explica el técnico vallisoletano que asegura que el berciano marca con tal maestría las señas de las jugadas que los otros jugadores no le siguen el ritmo. Si juegas al mus y tu pareja no ve tu seña, es difícil que sepa cuando envidar. Un toque de veteranía entre naipes de Fournier con el que Pastor está encantado, como lo estará el día que Yeray Lamariano vuelva a la portería del Cuatro Rayas. El eibarrés, poco a poco, empieza a reaparecer en los entrenamientos e incluso podría volver a disputar sus primeros minutos tras su lesión en Granollers, todo depende de la evolución del portero hasta el momento del viaje: "El chico no está ni para 30 ni para 20 minutos, pero lo mismo para diez sí. Es muy pronto", declara el entrenador del Cuatro Rayas, que no quiere precipitar la reaparición de su jugador para evitar males mayores. 

Los que sí que tienen que estar para los sesenta minutos del duelo en territorio vallesano es el grueso de su plantilla, que quieren colocar papel cebolla sobre el Palau d´Esports de Granollers para calcar el partido de ida, en el que el Cuatro Rayas consiguió su primera victoria de la presente temporada (25-23).