A seguir escribiendo la historia en Torrevieja
No sé si el Balonmano Valladolid creció con la Copa del Rey o la Copa del Rey creció con el Balonmano Valladolid. El caso es que la competición copera fue en su momento la ración doble de petit suisse que le hizo al equipo vallisoletano hacerse un hombre entre los gigantes del balonmano. Es, por esa razón, y por la extraña belleza que esconde un torneo de eliminación directa, que Pastor mantiene un idilio con la competición que el miércoles arranca en Torrevieja. Un viejo amor de juventud que vuelve cada año para reencontrarse con el técnico que, a pesar del paso del tiempo, sigue guardando intacta su ilusión. Casi tanto, como el primer día.
Fue también en tierras levantinas donde comenzó a forjarse la leyenda del Balonmano Valladolid. Al sur de Cataluña. En Castellón, para ser más exactos. Corría el año 97 y, con sólo seis velas sopladas, el heredero del ACD Michelín ya se atrevía a enseñar su colorido plumaje ante el Barcelona del hoy seleccionador nacional, Valero Rivera. Tres años después pisó su primera final. Mismo rival, mismo entrenador y misma suerte para los pucelanos. Se quedaron a las puertas de su primer título nacional. No ganaron ningún trofeo, pero sí un nombre y un apodo, el del matagigantes, que le otorgó un halo de respeto para todo aquel que se pusiera enfrente.
Pasaron cuatro años y Pastor comenzó a cincelar el nombre del club que dirige entre los del resto de equipos que han levantado el trofeo. Barcelona y Ciudad Real sucumbieron, de manera correlativa, al poder de la ilusión de los vallisoletanos, que llevaron a las vitrinas de Huerta del Rey dos Copas del Rey que hicieran compañía a la solitaria Copa Asobal conseguida en el 2003. Ahora la alarma del reloj suena para recordar a los jugadores del Cuatro Rayas cuál es el lugar que debe ocupar el escudo que defienden.
El primer escollo es el conocido Academia Octavio. El miércoles (19.00 horas Teledeporte), los vigueses volverán a verse las caras (aparentemente para su desgracia) con el equipo que ya le ha doblegado hasta en cuatro ocasiones esta temporada (Dos amistosos y los dos partidos de Liga Asobal). Los cuartos de final de la Copa del Rey parecen el tapete idóneo para que los pucelanos consigan un repoker de victorias. Una pesadilla con tintes amarillos para Quique Domínguez, que no tiene reparos en reconocer que el Cuatro Rayas es favorito para pasar la eliminatoria y que para su equipo estar en el cuadro es ya de por sí un premio. El mayor peligro de los gallegos puede residir en la cantidad de partidos casi seguidos disputados contra el Balonmano Valladolid, que han podido resabiar, aprendiendo de sus últimos enfrentamientos ante los hombres de Pastor en As Travesas.
De vuelta a la ciudad del Pisuerga, Juan Carlos Pastor marca su estancia mínima en Torrevieja hasta el sábado. Ese día se espera presumiblemente al Barcelona Intersport. Ni para el miércoles ni para el fin de semana estarán Lamariano, Perales y Alexis. El que sí que estará es el hombre de la guadaña, que no da segundas oportunidades, como vaticina el técnico. A lo mejor, el señor de negro se equivoca en sus casi siempre certeras embestidas y rebana la suerte de alguno de los dos grandes. Y, si se da la ocasión, ahí estará el Cuatro Rayas para levantar su tercera Copa del Rey, porque en la Copa, como en los sueños, todo es posible.