Reencuentro de viejos amigos
Eso se notó en el saludo inicial entre ambos equipos y en la ovación que se llevó la mayor parte de la plantilla rival por parte de los aficionados localoes. Aplausos que se repitieron cuando tuvo lugar el homenaje del club a los mundialistas. Un obsequio para un campeón del Mundo, el francés Joli, para dos medallas de bronce (Gurbindo y Garabaya), para el mejor extremo del torneo (el noruego Tvedten) y para otros internacionales, como el brasileño Silva o el noruego Rambo. Incluso también fueron agasajados la pareja arbitral (Raluy y Sabroso), que fueron los encargados de pitar la final del Suecia.
Luego llegó un partido de claro color vallisoletano, donde apenas tuvieron una actuación destacada ninguno de los ex, salvo el portero Lorger que se reivindicó con mil y una paradas, que fueron todo un mensaje a Pastor y también la forma de evitar un mayor descalabro de los riojanos.
Y es que, tras el partido, el técnico visitante Jota González dejó claro que el triunfo vallisoletano era "justo" ya que "mi equipo ha hecho todo lo contrario de lo que hemos trabajado". El entrenador `pucelano´ se quejó de las pérdidas de sus jugadores, de la falta de concentración o de la anarquía en el juego y dejó claro que sólo "la actuación soberbia de Lorger ha evitado una derrota mayor".
Por su parte, el técnico local Juan Carlos Pastor lamentó que su plantilla se hubiera empeñado en "complicar el resultado con una mala primera parte". Eso sí, también reconoció que estaba satisfecho con "la entrega y el trabajo de todo el equipo", aunque dejó claro que cada muchas más cosas que mejorar.
Luego, la buena sintonía entre ambos conjuntos se dejó patente con la cantidad de jugadores riojanos que se quedaron en Valladolid a cenar con viejos conocidos. Y es que, guste o no, la relación entre Pucela y Logroño sigue más viva que nunca.