¿Quién cocina hoy?
La Escuela Internacional de Cocina de Valladolid y la bodega Cuatro Rayas organizaron una competición, denominada Cooking Cup 2011, donde los integrantes del equipo vallisoletano debían mostrar su habilidad con los pucheros y medirse a otros grandes 'chefs' de la cocina vallisoletana, como eran los periodistas deportivos, la presidencia del club, el entrenador y algún que otro infiltrado.
No estuvieron todos pero los que acudieron dejaron el pabellón de la entidad en alta estima. Y es que el reto no era sencillo, ya que por delante debía hacer un auténtico menú de Navidad. ""Brocheta de atún marinado y piña a la Oriental con fideos de soja fritos" y "ensalada de crudités con mini costrones de Tramezzini, pollo a la provenzal, tomates cherry confitados y vinagreta de '4 Rayas' con miel". Dos platos de primer nivel que los aprendices debían realizar de principio a fin, en poco más de hora y media, bajo la supervisión y atenta mirada de los chefs Joseba K. Encabo y Rubén Alonso.
Cuatro equipos, dos platos, muchas risas pero también máxima concentración. Así, mientras Tokic se esmeraba en cortar el cebollino en el tamaño adecuado, Víctor Alonso cogía el cuchillo para dar buena cuenta de la escarola. Angel Romero, por su parte, observaba atentamente las habilidades de Alexis con el pollo y Joli demostraba que la fama de la cocina francesa no es sólo por sus platos sino también por sus autores.
Y qué decir del mano a mano entre el presidente Dionisio Miguel Recio y el entrenador Juan Carlos Pastor, primero con la piña, luego con la mezcla de aceite, salsa de soja y vino '4 Rayas' fermentado en barrica, y por último a la hora de 'emplatar' las ya famosas "brochetas Pastor".
Enfrente también había dos equipos más, con parte de la prensa y otras personalidades, que lograron mantener el nivel de la competición hasta el final, a pesar de los problemas propios de una cocina que a más de uno le parecía un autentico escenario de "tortura". Pero lo cierto es que al final todo el mundo cumplió con su tarea y la competición terminó con una buena cena, con los productos que apenas 90 minutos antes era un aténtico desconocido para más de uno.