Perales pide una tregua al quirófano

El vía crucis que está viviendo Óscar Perales esta temporada
vive un nuevo capítulo. La lesión sufrida en pretemporada sigue dando guerra al
central, que tiene casi imposible reaparecer antes de que la temporada toque a
su fin. Cuando el proceso de recuperación del cántabro llegaba a su recta
final, tras siete meses en el potro de tortura de la rehabilitación, las
molestias persistían y la mesa del quirófano volvía a dibujarse en el
horizonte. Una prueba diagnóstica como es una artroscopia ha sido el naipe que
ha derrumbado a un castillo como Perales. Dos operaciones en un año ya es
bastante castigo, y ha pedido una tregua a las batas blancas y a los bisturíes.

 Las pruebas
realizadas desde febrero indicaban el camino a la camilla. La artroscopia no es
una barrera esquivable, que tendrá que someterse a esta intervención, casi con
total seguridad, antes de volver a vestirse de corto de nuevo. El objetivo es “intentar
resolver los problemas que creemos que tiene en el menisco”, como explica el
jefe de los servicios médicos del club, el doctor Fernando Ramos.

 Cuando Perales fue
informado de la necesidad de volver a someterse a una intervención comunicó a
los galenos del Cuatro Rayas que quería una segunda opinión, “algo a lo que
nosotros no estamos cerrados, porque lo que queremos es el fin último de que el
jugador esté recuperado”, asegura Ramos.

Así, médico y paciente pusieron rumbo a Madrid para
encontrarse con el doctor Pedro Guillén, una institución dentro del campo de
las artroscopias, en particular, y de la medicina deportiva, en general, una
labor que ha llegado a ser reconocida por el Comité Olímpico Español. La
segunda opinión coincidía con la primera. Tras realizarle una serie de pruebas
exhaustivas, el doctor recomendó “realizarle una artroscopia lo antes posible
para ver qué es lo que pasaba en la zona”. Todo estaba cerrado para que Óscar
Perales pasara, a las 8.15 de la mañana de hoy, por la puerta del quirófano.

Sin embargo, a media tarde las dudas asaltaron a central que
“aconsejado por un amigo suyo, fisioterapeuta de Valladolid, decidió posponer
la intervención”, declara Fernando Ramos. Una decisión que no es compartida por
los servicios médicos del club pero que, en un ejercicio de empatía con el
jugador, pueden comprender. “Óscar lleva un proceso largo, en el que hay que tener,
además la física, una fortaleza mental, de ir cumpliendo plazos poco a poco, de
ir haciendo una reincorporación progresiva, y no de estar, como es Óscar, al
110% en la pista. Hay que pensar que él puede tener la cabeza con muchos
problemas y dudas”.

Que Perales se libre de la artroscopia es tan improbable
como que vuelva a las pistas este año. “Esta temporada va a ser casi imposible
verle jugar ningún partido. Soy optimista, pero no quiero ser iluso”, declara
Ramos,que lo único que desea es ver al cántabro recuperado, tanto física como anímicamente, lo antes posible.