Nacho Gonzálezda indicaciones a sus jugadores desde la banda. FOTO: Mariano González
| Atlético Valladolid-BM Aragón
Nacho González: "Para ganar a un equipo Asobal hay que hacer un gran partido"
22 de Octubre de 2014
Pocos 'peros' podía poner Nacho González al partido que enfrentó a su equipo ante Aragón. Los vallisoletanos demostraron madurez e imaginación en su juego para firmar un partido completo que le permite seguir avanzando en la Copa del Rey, adelantando por la derecha a un equipo Asobal como es el zaragozano.
"Hay que felicitar a los chavales porque hemos tenido minutos buenos de juego. Para ganar a un equipo Asobal hay que hacer un gran partido y lo hemos hecho", asegura el técnico, que no esconde que aún quedan matices por pulir en el equipo. El primero, las dificultades para neutralizar el juego con el pivote: "Nos ha costado mucho frenar a Val", confiesa; un mal que el equipo pucelano supo solventar dando "movilidad" a su juego.
El triunfo ante el BM Aragón es "una victoria de mérito" que servirá al Atlético para "seguir con la dinámica ganadora. Además el público nos ha ayudado a defender", agradece Nacho González, que lanza un mensaje a sus rivales: "Da igual el equipo que sea, nosotros vamos a competir todos los partidos, esa es la seña de identidad", asevera.
Tras el sorbo de Copa tomado este miércoles, el Atlético Valladolid tiene que pensar en el futuro más próximo, el enfrentamiento que le medirá con el filial del Barcelona el próximo domingo en tierras catalanas, aunque la ilusión por la Copa volverá a estar a flor de piel el próximo día 5 de noviembre, día en el que otro equipo Asobal pisará Huerta del Rey.
Uno de los ocho primeros clasificados de la pasada campaña será la pareja de baile atlética para la siguiente ronda: "Es un premio para la afición y para los jugadores", asegura Nacho sobre el siguiente peldaño del cuadro de eliminatorias. El entrenador vallisoletano confiesa que el Ademar de León sería su rival favorito en el sorteo. Si el azar le escucha, tal vez Huerta del Rey pueda volver a vibrar con un derbi regional un año después.